El líder fue detenido en la ruta a Tecamac, Estado de México, se trató de una detención de agentes vestidos de civiles en autos sin placas.
Eran aproximadamente la 1:19 de la madrugada cuando los tres fueron detenidos. Apenas dos minutos antes, el taxista había avisado que se encontraban bien y que ya casi llegaba a su destino, una casa en Tecámac, Estado de México, donde Rubén descansaría dos días, hasta el próximo martes, cuando la CNTE realizará una marcha en la capital del país.
Sus planes cambiaron de repente. Tres camionetas blancas, sin placas, y cuatro automóviles rodearon el taxi e impidieron que siguiera avanzando. Más de una decena de personas se bajaron de los vehículos. Vestían de civil. Se dirigieron contra los ocupantes del taxi.
“Me empezaron a pegar“, cuenta el taxista, quien prefiere no revelar su nombre y se resguarda este domingo en el plantón de la CNTE ubicado en la Ciudadela.
“Iba malo (el líder de la CNTE) porque es hipertenso“, contó y mostró las medicinas que llevaba en la cajuela.
“Nunca dijeron que eran policías… nos llevaron al aeropuerto (Internacional de la Ciudad de México)… nos tenían agachados. Nos dijeron: ya saben de lo que se trata”, abundó.
El taxista confesó: “Me dieron en la madre, no he dormido, pensé que eran asaltantes”.
Tanto él como el chofer fueron liberados esta madrugada, pero a Núñez se lo llevaron. Algunos maestros comentan que posiblemente lo enviaron al penal de Hermosillo, Sonora. A través de whatsapp se comparten las noticias sobre su detención. Y esperan una conferencia de los líderes del magisterio.
Entre los manteados, los campamentos y las cuerdas en lo alto, se encuentra el taxi donde fue detenido Rubén Núñez. Adentro, quien manejaba el vehículo, descansa un poco después del susto y los golpes.
En la cajuela, se pueden ver las maletas con la ropa del líder de la CNTE, así como sus medicamentos. Sobre todo esto último le hará falta en prisión.