La violencia en el Estado de México no cesa, en el primer cuatrimestre del 2016, registró el mayor número de secuestros de los cinco años que lleva en el poder Eruviel Ávila Villegas.
De enero a abril, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública registra 83 denuncias por privación de la libertad en contra de ciudadanos mexiquense, cifra muy superior en comparación con el mismo periodo de los cuatro años anteriores, ya que en 2015, 2014, 2013 y 2012, se cometieron 58, 52,56 y 41 delitos de este tipo respectivamente.
En los dos últimos meses, es decir, marzo y abril, se contabilizaron los números más elevados, con 52 secuestros, en los municipios de la geografía estatal, sobre todo de la zona conurbada del valle de México y Toluca.
De acuerdo con las cifras de la propia Procuraduría General de Justicia mexiquense, todos los delitos, tanto del fuero común como de alto impacto, registran un porcentaje a la alza mes a mes, ubicándolo en los primeros lugares a nivel nacional en prácticamente todos los rubros.
El hartazgo de la población quedó evidenciado el pasado martes en el municipio de Teotihuacán, al norte de la entidad, cuando la población retuvo y linchó a tres presuntos secuestradores, entre ellos, dos hombres originarios del estado de Guerrero y una mujer de la entidad.
Dos días después, en otra localidad de ese mismo municipio, conocido por sus pirámides, y uno de los más poblados, volvió a registrarse un nuevo evento de inseguridad, cuando vecinos de “La Garita” exigían hacer justicia por propia mano contra tres secuestradores, pero fueron rescatados.
Las privaciones de la libertad son uno de los delitos considerados de alto impacto, sin embargo, pese a las modificaciones en el marco legal para elevar las sanciones a quienes comentan una infracción de este tipo, los resultados siguen sin llegar, por el contrario van en aumento.
El pasado lunes, Ávila Villegas aseguró en un evento público que la incidencia delictiva se ha había reducido, sin especificar los delitos ni cifras, aunque las estadísticas públicas distan mucho de la realidad y del discurso oficial del originario del populoso municipio de Ecatepec.