Nada como un vaso de un buen whisky al regresar del trabajo para relajarse y dar por terminada la jornada. Y hoy es el Día Internacional de Whisky Escocés así que toca festejarlo.
Pero para que el whisky escocés llegue a tu vaso, tuvo que pasar por un largo proceso. Tuvimos la oportunidad de platicar con Colin Scott, el master blender de Chivas Regal que ha dedicado más de cuarenta años a la creación del whisky, y nos contó sobre la producción, lo más emocionante de la industria y algunos consejos para beberlo.
Lo que más le emociona del mundo del whisky
Con el whisky escocés se trata de los sabores y todos son 100% naturales – cada scotch es creado con cebada, agua y levadura. El resultado es destilado y después lo colocamos en una barrica – que también está hecha de productos naturales. Ahí lo maduramos y la madera le da nuevos sabores.
Una vez que ha pasado por el proceso de maduración el resultado tiene los sabores naturales del whisky y la influencia de la barrica y, al probarlo, encuentras notas de durazno, pera, caramelo, hierbas, chocolate, rosas y más. Esos sabores surgen durante el proceso y es lo más emocionante porque siempre estamos descubriendo nuevos sabores, es por ello que no hay dos whiskies iguales, porque cada proceso deriva en aromas y sabores nuevos.
Para Scott esto no solo es emocionante, es mágico: “En verdad parece magia. ¿de dónde vienen estos sabores? Y ese es nuestro trabajo como blenders, manejar los sabores, unirlos. Crear nuevas expresiones de paladares, diferentes experiencias al probar la bebida”.
Otra de las cosas que Scott disfruta más de trabajar en el proceso del scotch es que como trabajas con fuerzas de la naturaleza siempre hay cosas distintas. “No podemos controlar a la naturaleza y eso es genial, porque nunca paras de aprender.”
La clave para crear un buen whisky
Scott nos comentó que el whisky scotch ha sido producido por cientos de años y el proceso, salvo la implementación de nuevas tecnologías en las destilerías que han ayudado a tener resultados más consistentes, no ha cambiado mucho porque no han encontrado una forma de hacerlo que supere a la antigua.
La base para tener un whisky de calidad debe ser la consistencia pero hay otros elementos que Scott considera importantes. Primero que nada se deben seguir las reglas de producción de whisky escocés – que son muy estrictas. Después tienes que tener en cuenta el factor humano, porque necesitas de las personas apasionadas que dedican su vida a cuidar el producto final. Y por último debes saber conjugar esos parámetros a tu favor para conservar el legado de mezclar un gran producto.
“Todo está ligado, pero sino tienes la pasión de la gente, no tienes nada.”
No existe una forma correcta de tomar whisky
Beber whisky siempre es personal. No hay una forma correcta o incorrecta de tomarlo, la mejor manera siempre será la que a ti más te guste, aunque si hay algunas recomendaciones.
Experimenta, sírvelo con un poco de agua, con hielo, incluso en un cóctel. La idea es que encuentres tu forma favorita, no olvides que se trata de disfrutarlo.
La única regla es: si estás tomando whisky scotch y sientes que el calor del alcohol opaca los otros sabores, entonces agrega un poco de agua.
El maridaje perfecto para un buen scotch
Lo combinaría con un corte de carne a la parrilla para empatar lo ahumado de la carne con la notas de humo con el whisky. Y para postre definitivamente con un pudín caliente de chocolate.
No te recomiendo tomar un whisky pesado con pescado o un whisky ligero con carne. Debes buscar empatar el nivel de la comida con el de la bebida
Un cóctel con whisky escocés
Definitivamente, un Old Fashioned con Chivas 18. Pero en un día caluroso nada resulta más refrescante que un poco de ginger ale, un chorrito de limón y whisky en un vaso tipo highball.
Un consejo para quienes están comenzando a probar el whisky
Intenta con un whisky ligero, sirvelo en las rocas y pruebalo. Si te cuesta trabajo entonces busca uno más ligero. No se trata de forzar el sabor, experimenta y busca tu favorito y la forma de tomarlo que más te guste.