El coordinador Regional Maya Martínez fue privado de su libertad en Temascaltepec
• Fernando Rodríguez Arriaga y Guillermo Garay Mendoza actuaron con torpeza y lentitud
• Exigen agentes cesar e investigar a jefes de la Policía de Investigación (PDI)
• Pocas posibilidades de hallar con vida al mando policiaco, incertidumbre entre compañeros
A más de 24 horas de haber sido levantado por miembros de la delincuencia organizada, no aparece vivo ni muerto el alto mando de la Policía de Investigación del Estado de México que la tarde del sábado fue privado de su libertad en el municipio de Temascaltepec.
El caso que hasta el momento se ha manejado con cierto hermetismo, ahora ha servido para que agentes de esa corporación levanten la voz en el sentido de que Fernando Rodríguez Arriaga y Guillermo Garay Mendoza, ambos individuos coordinador general de la PDI y director de Despliegue Regional, respectivamente, deben ser cesados de sus cargos e investigados porque de manera sospechosa y tardía reaccionaron ante este nuevo embate de los criminales, cuando su obligación era haber actuado con rapidez desde el primer momento en que tuvieron conocimiento de los hechos y no varias horas después de «ahogado el niño».
Hasta el momento el operativo de búsqueda y rescate del comandante Juan Carlos Maya Martínez, coordinador Regional de la PDI en Tejupilco, en el cual participan desde temprana hora del domingo alrededor de 500 elementos de la Marina Armada de México, Guardia Nacional, Secretaria de Seguridad del Estado de México y agentes de la propia Fiscalía General de Justicia, ha resultado un fracaso, debido a que el maestro José Luis Cervantes Martínez, titular de la FGJEM, está rodeado de inútiles porque -repetimos-, de manera sospechosa y tardía los altos mandos de la Policía de Investigación en Toluca han sido señalados por sus propios agentes de haber dejado pasar las horas y perder con ello valioso tiempo que pudo haber servido para seguir el rastro de los delincuentes y del propio mando policiaco levantado.
LOS HECHOS
El sábado, antes de las 5 de la tarde, el comandante Maya Martínez se encontraba dentro de un negocio de auto lavado, ubicado en la carretera Toluca-Ciudad Altamirano, a la altura del km. 69, cuando de pronto llegó hasta ese lugar una camioneta Chevrolet, Cheyenne, Pick Up, rotulada tipo militar, de la cual descendieron 7 u 8 individuos quienes de manera violenta encañonaron y sometieron al alto mando policiaco, a quien se sabe redujeron a la impotencia sin oponer resistencia.
Tras levantar de manera violenta al comandante Maya Martínez los delincuentes que vestían uniformes tipo militar y que además estaban provistos de armas largas obligaron a su rehén a subir a la camioneta antes mencionada para posteriormente enfilar con dirección al municipio de Valle de Bravo, sin que hasta el momento de escribir la presente información se tengan noticias del paradero del citado jefe policiaco.
Después de varias horas de haber sido levantado el comandante Maya Martínez, los torpes e ineptos jefes de la Policía de Investigación en Toluca que responden a los nombres de Fernando Rodríguez Arriaga y Guillermo Garay Mendoza, apenas designados el pasado 1 de febrero, no sabían qué hacer al respecto, se hallaban ante una encrucijada, debido a su inexperiencia para reaccionar y resolver este tipo de casos.
De manera lenta y tardía, el coordinador general de la PDI y el director de Despliegue Regional, respectivamente, ordenaron después de varias horas que personal de grupos tácticos, provisto de armas largas y chalecos, acudiera a Toluca la madrugada del domingo para desplegar un operativo en el sur de la entidad con la intención, según los «experimentados» jefes policiacos, de localizar y rescatar al comandante Maya Martínez, quien horas antes había sido levantado por miembros de la delincuencia organizada.
A decir de agentes que participan en la búsqueda y rescate de su compañero, dicho «operativo» ha resultado un rotundo fracaso, el cual hasta el momento no ha arrojado ningún resultado positivo, ya que las corporaciones citadas líneas arriba no han hallado algúna pista o rastro de los delincuentes que pareciera habérselos «trago la tierra» porque extrañamente no aparecen por ningún lado, se hicieron humo.
Por lo que respecta al comandante
Maya Martínez, coordinador Regional de la PDI en Tejupilco a partir del 1 de marzo pasado, existe incertidumbre en la corporación por las pocas posibilidades de hallarlo con vida, ya que en opinión de agentes este levantón podría tratarse de una reacción de la delincuencia organizada asentada en el sur de la entidad, debido a que la mañana del pasado 14 de junio se registró un enfrentamiento armado entre delincuentes y agentes de la FGJEM y la Guardia Civil, en la carretera Sultepec, en el poblado denominado Palo Amarillo, municipio de Texcaltitlán, donde 10 delincuentes resultaron muertos y 7 más fueran detenidos.
En el lugar de la refriega se aseguraron 20 armas largas, tipo R-15, armas cortas, decenas de cartuchos útiles, cinco vehículos, chalecos antibalas, uniformes tipo militar, así como equipos de radio comunicación, caso que podría estar vinculado al hecho registrado ayer tarde en Temascaltepec.
Todo lo anterior deja en claro que los delincuentes han rebasado a las autoridades, mientras que los actuales jefes de la Policía de Investigación del Estado de México de quienes los agentes piden sus cabezas por inútiles y corruptos, se muestran apáticos e indiferentes para rescatar a un mando medio de la corporación, hecho que deja muchas interrogantes. Por ello agentes de la PDI que conocen de este lamentable caso se preguntan con sobrada razón: ¿acaso Arriaga y Garay también serán cómplices de los criminales?