Ante la necesidad de sentar las bases para mitigar el deterioro de los recursos naturales, se debe evitar la tala de bosques y la contaminación de ríos, así lo señaló la diputada María Guadalupe Edith Castañeda Ortiz (Morena), integrante de la Comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación, al inaugurar el foro “Unidos por el Xinantécatl y el Río Lerma”.
Indicó que la Cuenca del Río Lerma es una de las zonas con mayor desarrollo económico, alrededor de 2 mil 500 industrias vierten aguas residuales al río. “Tenemos la responsabilidad de sanearlo; el panorama es alarmante, dado que la naturaleza nos habla a través de desastres que nos afectan a todos, y nos negamos a escucharlos”.
El objetivo es aportar bases para proteger estas áreas, en favor de mejorar el medio ambiente en beneficio de la población, señaló la legisladora.
Ante investigadores y especialistas dijo: “estamos aquí reunidos porque compartimos la responsabilidad y el compromiso del cuidado del medio ambiente; la ONU ha alertado, desde 2008, del sobrecalentamiento global y la extinción de distintas especies”.
El investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Juan José Santibáñez Santiago, dijo que se necesita un marco jurídico que retome la formulación de la gran política de protección de los bosques y el medio ambiente.
Manifestó que se requieren indicadores que notifiquen día a día, cuántos árboles se cortan, de qué edad son, cuáles son reemplazados y saber su tiempo de crecimiento. Asimismo, que la ciudadanía sepa clasificar la capacidad de contaminación.
“Si invertimos el escurrimiento de las aguas industriales por potable hacia el Río Lerma, estaremos restaurando el ciclo natural del agua que de los bosques se envía a los ríos”, comentó.
La investigadora de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), Verónica Martínez Miranda, dijo que las comunidades que tienen su pozo cerca de alguna fuente de materia orgánica, como lo son los desechos, tienen una alteración directa de contaminación del agua.
Señaló que algunas de las enfermedades que se están generando en los lugares donde se tiene una alta carga orgánica de contaminación, son: alergias, irritación en los ojos, asma, leucemia y púrpura.
El reto es eliminar la incorporación intermitente de tóxicos al agua de abastecimiento público, por infiltración de agua residual sin tratar. Una solución a mediano plazo, sería a través de la aplicación de barreras químicas de bajo costo; consiste en una mezcla de materiales inocuos con elevada concentración de calcio y magnesio”, explicó.
La investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Luz Emilia Aguilar Zínser, expresó que las personas deben ser conscientes de garantizar y asegurar a las generaciones futuras la viabilidad de su existencia, entregándoles en mejores condiciones los recursos recibidos.
Manifestó que debe ser prioridad defender los bosques, el agua y la salud de los seres humanos. “Lo que está en juego, en verdad, es el futuro no sólo de la nación, sino del planeta”, por lo que se debe impulsar un nuevo modelo basado en el reconocimiento y que se convierta en una política superior.
“El ser humano lleva miles de años sobre la Tierra. Hemos necesitado de agua y la seguiremos necesitando; no podemos vivir sin agua y en cambio sí, sin petróleo. Hay muchas formas que podemos cambiar para poder tener otras fuentes de energía”, concluyó.