Sin lugar a dudas, todavía los mexicanos tenemos la responsabilidad de preservar la cultura que nos legaron nuestros antepasados desde la época precolombina, por lo que, centros educativos, organizaciones sociales y artesanales, expusieron varias ofrendas de muertos a un costado de la presidencia municipal.
Una de las ofrendas de muertos y la más grande de todas fue la del centro educativo, “Maestra María Eugenia Aguiñaga Alamilla”, quien destacó una urna funeraria del Estado de Puebla, como así lo exhortó la convocatoria de la dirección de cultura de la presente administración.
María Eugenia González Aguiñaga, representante del centro escolar, dijo que, “El personal docente de la institución educativa, realizamos la ofrenda de muertos de la entidad de Puebla, con sus atavíos que van desde el tradicional mole con pollo, frutas en almíbar, flores de cempaxúchitl, así como pinturas y vasijas del arte en talavera”.
Indicó que, los elementos de la artesanía de la talavera, le da un toque vistoso a la ofrenda, amén que, otros utensilios que llevaban en vida los difuntos, por lo que, se rescata parte de la tradición poblana.
Destacó que, las creencias está muy arraigadas en México, ya que cada año como es tradición, a la ofrendas se le pone su comida, calaveras, papel picado y las cazuelas repletas de arroz, mole, pan de muerto y frutas en almíbar entre otros, como nos dejaron nuestros antiguos padres en la época prehispánica.
Cabe destacar que, al menos otras ofrendas no menos importantes, estuvieron presentes, por lo que, la administración que encabeza, Oscar Jiménez Rayón, ha sido el precursor que las tradiciones no mueran, por lo que los vecinos le agradecieron que, estos días de muertos, no comparta la tradición física y oral con otras culturas extranjeras como el dichoso Hallowem.