Tras el auge que ha tenido la palabra “huachicolero” por el desabasto de gasolina en los últimos días en varias partes del país debido a la estrategia del gobierno federal para combatir el robo de hidrocarburo, una persona solicitó al Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) poder obtener los derechos de esta marca, junto con su logotipo para poder comercializarlos en bebidas alcohólicas.

En la solicitud 2144536, cuya copia tiene EL UNIVERSAL, se detalla que Jasser “N”, residente de la alcaldía Miguel Hidalgo, Ciudad de México, pidió al IMPI obtener los derechos de la palabra “huachicolero” para poder usarla en bebidas alcohólicas, excepto en cervezas.

La imagen que esta personas remitió al Instituto para su aprobación costa de una garrafa color rojo para gasolina, como la que venden quienes se dedican a esta actividad ilícita, y bajo de él, la frase “Huachiclolero”.

Por el estudio de esta solicitud, que se hizo pública este 14 de enero, el interesado pagó un total de 2 mil 813 pesos.

El origen de la palabra “huachicol” está relacionado con “guacho”, palabra derivada del maya waach, que de acuerdo al Diccionario de Mexicanismos de la Academia Mexicana de la Lengua (AML), tiene la acepción de ladrón. Sin embargo, con el paso del tiempo al sustantivo se le añadió el sufijo “ero” (huachicolero), que fue adoptado en México para referirse a las personas que adulteraron el alcohol y así incrementar sus ganancias.

“Huachicol” o “guachicol” tiene dos acepciones generalizadas; la primera como una bebida adulterada con alcohol, principalmente de caña, término que vienen en el texto “Términos del tequila en la revista Artes de México”.

El Colegio de México en su versión electrónica señala que el término “huachicolero” alude a la persona que se dedica a bajar la fruta de los árboles utilizando un huachicol y al delincuente que se dedica a robar gasolina perforando los oleoductos que le conducen.