La leyenda cuenta que en Tepito falsificaban VHS. Era más trabajo, pero las ganancias eran igual de buenas que en estos…
La extinción de estos aparatos es culpa del disco compacto. La piratería del CD sustituyó -como cada cierto tiempo-, a los VHS por los MP3.
Los discos pirata fueron la sensación en el año 2000, la inversión era muy baja y la cantidad de música que se podía almacenar era increíble.
En el Metro, en el camión o en el tianguis se pueden encontrar todos los géneros, canciones por cientos y esto significaba diversión por horas.
Afortunadamente esto cambió, la tecnología avanzó y dictó que la música estaría en línea, desde Youtube hasta Ares, hoy, Spotify. Miles de canciones al mismo tiempo y sólo basta tener un celular con Internet y unos buenos audífonos para disfrutar por mucho tiempo.
-Piratean música-
En Tepito tienen todos los programas que puedan existir para descargar música, incluso compran los sencillos por Internet, crean una lista de reproducción, hacen el disco, queman miles de copias y al otro día está en todos lados.
Los discos pirata viven principalmente de los vagoneros. Si hay un artista de moda, seguro tienen el disco, lo distribuyen a los líderes del Metro y ellos a los bocineros. Así llega a miles de casas, incluso con la posibilidad de descargar la música a otros dispositivos.
-Bocinas tepiteñas-
Los jóvenes de hoy, ya dejaron los reproductores de música y han encontrado una alternativa para divertirse. Se trata de unas bocinas en las que se puede meter una tarjeta SD o una USB para reproducir la música que quieran, en cualquier lugar.
Hay de diferentes tamaños y costos, desde 100 hasta 500. Se cargan con un USB directo a al luz y puede durar hora encendida.
Las UBS se pueden conseguir en 200 pesos con cualquier género. La persona escoge los artistas que quiera.
La leyenda cuenta que en Tepito falsificaban VHS. Era más trabajo, pero las ganancias eran igual de buenas que en estos tiempos con las películas.