El extranjero fue detenido el 28 de este mes por besar a una niña en la boca en plena zona turística
cusado de los delitos de abuso deshonesto y corrupción de menores, el canadiense Walter Suk rindió su declaración preparatoria y reconoció que desde hace cuatro años conocía y daba regalos a las niñas acapulqueñas, las que motivaron el proceso penal en su contra.
Ante el juez Quinto de lo Penal, Beatriz Fuentes Navarro, sin la presencia de representantes diplomáticos de Canadá, el defensor de oficio Jorge Medina Vargas solicitó la ampliación del término constitucional, para analizar el expediente y en su momento ofrecer pruebas a favor de su defendido.
Asimismo, solicitó copia del expediente con la finalidad de que su defendido tenga una adecuada defensa, petición que fue concedida por la juez quien amplió el término de 72 a 144 horas, por lo que éste vencerá el día 3 de abril a las 22:50 horas.
Al medio día, el canadiense Walter Suk, de 69 años, acusado de los delitos de abuso deshonesto y corrupción de menores, rindió declaración preparatoria con el apoyo del traductor Javier Fernando Garay Mejía, autorizado por el Tribunal Superior de Justicia del estado.
En la audiencia, el fiscal general del estado, Xavier Olea, participó con preguntas que le formuló al extranjero a través del traductor al turista canadiense.
El implicado declaró que a las tres niñas que aparecen en un video las conoce desde hace cuatro años y que siempre, con el consentimiento de sus padres, les ha dado regalos como dulces, bicicleta y dinero, porque son pobres y sus padres no tienen dinero.
El canadiense, detenido el 28 de este mes por besar a una niña en la boca en plena zona turística de Acapulco, declaró que ese día le dio dulces y 300 pesos a la pequeña, y que las sentó en sus piernas porque las ve como sus hijas, ya que las conoce desde bebés.
“El año pasado les compré bicicletas porque son pobres, el papá y la mamá no trabajan y se la pasan en la banqueta, no tienen dinero”, dijo a través del traductor.
Afirmó que los regalos se los daba en presencia de sus padres y “ellas siempre corrían a recibirlos y se sentaban en sus rodillas, como si yo fuera su papá adoptivo”, agregó.
A su vez, el fiscal general del estado solicitó a la juez no conceder al acusado el beneficio de la libertad bajo caución, ya que el acusado podría sustraerse a la acción de la justicia.
Además, solicitó, dentro del término constitucional, la ampliación de la declaración de la perito en psicología Guadalupe de Jesús Cabada Arias y también de Juana Epitacio Santos, Mariano Nava Salvador y la niña Monserrat Nava Epitacio.
“Se solicita que la declaración de la niña se lleve a cabo bajo absoluto sigilo y en presencia de las peritos en psicología y el DIF”, apuntó.