Ron Thomson, un guardabosques retirado de 80 años de edad y originario de Zimbaue, África, cazó al menos 5 mil elefantes, 50 hipopótamos, 800 búfalos, 60 leones, 40 leopardos y muchos animales salvajes más desde 1959, en su país y en otras partes del continente.
A través de su página web, Ron justificó sus múltiples asesinatos asegurando que lo hizo con la intención de ayudar a las diferentes especies a sobrevivir, por lo que no se arrepiente de nada.
”He hecho lo suficiente en mi vida para satisfacer cualquier ‘sed de sangre’ que la gente pueda pensar que tengo. No era sed de sangre, era mi trabajo. Lo volvería a hacer 10 mil veces”, reveló Thomson en una entrevista a The Independent.
Desde 1959, cuando Ron tenía 20 años se unió al Departamento de Parques Nacionales y Gestión de Vida Silvestre de Rhodesia (ahora Zimbabue) como guardabosques. Posteriormente, durante los siguientes 24 años, ascendió de rango para convertirse en el Guardián Provincial del Parque Nacional Hwange, una de las reservas más grandes y prestigiosas de África.
El cazador asegura no sentir remordimiento por la cantidad de especies que mató, ya que todo lo hizo a causa de su oficio en dicho parque natural africano porque la reducción artificial de ciertas especies previene que esos mismos animales destruyan el medio en el que viven.
Thomson explicó que los elefantes tienen serios problemas para conseguir alimento y agua durante la época seca porque ya han agotado gran parte de los recursos de su hábitat. Añade que, si no se controla su población para que la vegetación vuelva a florecer, sus miembros comenzarían a morir paulatinamente y los primeros en caer serían las crías, informó La Vanguardia.
De acuerdo con una investigación de Campaign to Ban Trophy Hunting (CBTH) el número de elefantes africanos se redujo de aproximadamente 1.3 millones a 400 mil en la década de 1980. Un censo de elefantes africanos, finalizado en 2016, mostró que habían 352 mil 271 elefantes en la sabana africana repartidos en 18 países, un 30 por ciento menos que hace siete años.
Sin embargo, Thomson, quien también es presidente de True Green Alliance, acusa a grupos conservacionistas occidentales de difundir “mentiras fraudulentas” para sacar dinero de la gente a través de donaciones sin comprender nada sobre el manejo de la vida silvestre.
“No asuman que todo lo que han oído es cierto, el elefante africano está lejos de la extinción”, aseguró el cazador, que además añade que son organizaciones animalistas que “piden dinero y mienten para obtenerlo”.
En tanto el CBTH asegura que entre 2004 y 2014 1.7 millones de trofeos fueron comercializados legalmente, incluyendo 200 mil especies amenazadas.
Al respecto, Eduardo Gonçalves, fundador de CBTH asegura que “la caza de trofeos es una resaca cruel y detestable de la época colonial. El reciente aumento en la caza de elefantes muestra que la industria está fuera de control”.
Entretanto, las autoridades de Botsuana, el país que cuenta con la mayor población de elefantes de África, confirmaron en febrero que están analizando levantar la prohibición de su caza, en vigor desde 2014, al estimar que los paquidermos se han multiplicado demasiado.