Lucero Guadalupe Sánchez López, la “Chapodiputada”, aceptó este jueves ante la Corte Federal de Estados Unidos haber traficado estupefacientes para el narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán.
La mujer de 29 años, quien se desempeñó como legisladora del PAN en Sinaloa, narró que hace casi una década se encargaba de comprar marihuana a productores de Durango, droga que Guzmán quería “con las tres ‘B’: buena, bonita y barata”.
Pintó a un Guzmán ruin, avaro, incapaz de pagar un precio justo por la droga que compraba y siempre buscando su mayor beneficio.
La testigo no aguantó el llanto al volver a ver al que fuera su amante. “El Chapo” se abstuvo de mirarla, mientras que Emma Coronel, esposa del capo, siguió la audiencia desde la segunda fila con una semisonrisa.
En su testimonio, Sánchez López se refirió a “El Chapo” como “mi esposo Joaquín”, pero luego le nombró “el acusado”. “Estoy confundida, porque creía que era una relación de pareja”, llegó a confesar la joven vestida con traje de reo e incapaz de frenar un tic nervioso en los ojos.
La “Chapodiputada” se declaró culpable de tráfico de cocaína en una corte estadounidense y su colaboración puede reducir una sentencia que puede ser de cadena perpetua.