El charro que tapaba el paso en Barrio Norte en Atizapán

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Antes de 1966 la calle de la Palma en la colonia Barrio Norte era angosta y de tierra, llegaba hasta el arroyo la Palma, era en fin del camino, en ese año aún corría agua cristalina, las vecinas acudían con sus tinas en la cabeza y bajaban al arroyuelo a lavar sus ropas, aprovechando para bañar a sus hijos. En este año de 1966 en ese año se construyeron dos granjas de pollos propiedad del Sr. Lomelí, una en la esquina de la Palma y el actual canal de aguas negras, la otra mas adelante entre la Palma y esquina con calle Cóporo, fueron terrenos donde se sembraban maíz, trigo, había magueyes.

Hasta ese año las familias de Barrio Norte obtenían el agua por medio de pozos que se tenían en los terrenos de las familias. En atizapán Don Agustín Nieto y don Jaime Vega eran los encargados del agua en nuestro municipio, las granjas necesitaban agua para sus animales, el dueño de ellas pidió permiso al ayuntamiento para introducir el vital líquido, el convenio del ayuntamiento – sr. Lomelí, era que este último metiera la tubería desde la iglesia, siguiendo Leandro Valle cuesta arriba, hasta llegar a la Palma, así se hizo entre 1966 y 1967. El trabajo se realizó y las dos granjas tuvieron agua.

Se dice que cuando los trabajadores hacían el trabajo para meter la tubería hacía el lado de la continuación de la Palma en una profundidad de hasta 12 metros tierra abajo, en la esquina de la barranca se oían ruidos extraños que no los dejaban trabajar y por las noches los vecinos tenían que pasar bajando esa parte del río para llegar a sus casas, tanto de lado norte al lado sur o viceversa.

Al transitar veían una sombra en la oscuridad, era la figura de un charro negro montado en un caballo que se movía de lado a lado, se veía como sacaba fuego por su nariz Caballo y les impedía el paso al otro lado, los que intentaban pasar, el corcel se les aventaba, parece que se divertía, poco después se alejaba este Charro negro, se perdía entre la oscuridad, lo curioso es que no se oían las pisadas del caballo, ni cuando no los dejaba pasar, ni cuando se iba, solo se oían los ruidos de los grillos, y sobre el pasto, tampoco se veían huellas del caballo. Este incidente le pasó muchas veces a los transeúntes que por ahí pasaban.

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Sobre el la calle en la esquina sur del camino, había un árbol, donde algunos creyentes pusieron una cruz de madera, nadie supo quien la puso y solo por las noches se veía una luz opaca como si hubiera una veladora, pero al ir a ver la luz, se desvanecía hasta que quedaba totalmente a oscuras. En 1986 vienen las fraccionadores, por un lado los fraccionamientos residenciales Palma A y B, y por otro lado los departamentos de la palma, en ese año se empezó a pavimentar la calle de la palma y sobre todo metieron tubos para prolongar y hacer una comunicación y salida, hacía cóporo y la Calle 2 de abril, puesto que para ese entonces la palma solo tenía de entrada y salida por el lado de la Palma y de la Iglesia, cuando se hacían las fiestas patronales de San Francisco, era imposible entrar o salir hacia la colonia. Una vez construidos los conjuntos habitacionales y el episodio del Charro negro que tapaba el paso no volvió a verse.

Finalmente la tubería de agua duró casi 40 años hasta que en el año de 2007, ya con tubería obsoleta, metieron nueva tubería haciendo un cambio total, quedando enterrada la anterior al igual que el episodio del Charro Negro que tapaba el paso.
(foto tomada por Atizapán Tierra de mis Amores, Cerro del Cubilete Silao Guanajuato)

Fuente : Facebook, René Rodriguez Vasquez

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