Los cohetes más peligrosos provienen de China
Palomas, abejas, garras, cañones, brujas y chifladores de manufactura nacional, así como huevos de dragón, camelias y mariposas, de origen chino, son los cohetes más utilizados por los capitalinos en fin de año sin medir el riesgo que implica manipular estos artefactos explosivos que en su mayoría contienen pequeñas cantidades de dinamita.
Pese a que la comercialización de cohetes en la capital está prohibido -a menos de que se tenga un permiso especial- tan solo en la zona de la Merced, en las calles de Ramón Corona, Santa Escuela, San Ciprián, General Anaya, la Secretaria de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSP-DF) ha decomisado 3 mil 765 kilogramos de material pirotécnico.
Como parte del operativo “Cometa” que el gobierno del Distrito Federal lleva a cabo, se advierte que los cohetes pueden provocar lesiones permanentes, incluso la amputación de algún miembro o la muerte.
Y para muestra un ejemplo. Autoridades capitalinas señalan que un cohete (huevos de dragón, camelias o mariposas que son de los más potentes y de origen chino) al interior de un maniquí, en tambos de metal, huesos de res, melones, cocos o sandias, pueden ser fatales ya que el impacto es tan fuerte que puede llegar a destruir más del 90 por ciento de la superficie.
Tan solo el 2014, el Hospital Pediátrico de Tacubaya, el cual es especializado en quemaduras, informó que entre diciembre de 2013 y enero de 2014 atendió a 250 niños, la mayoría por quemaduras de cohetes.
Pero el peligro va más allá, ya que de acuerdo a especialistas, el ruido que provoca un cohete o petardo al explotar puede alcanzar 190 decibeles, cuando lo máximo que puede soportar el oído humano son 90.
Señalan que cuando el ruido de los petardos y cohetes excede los 90 decibeles se puede producir un trauma acústico por la muerte de células nerviosas del oído interno que son irrecuperables, lo que provocar pérdida parcial o total de la audición.
En tanto autoridades policiacas refieren que es difícil detener a los vendedores de pirotecnia, ya que por lo regular huyen al notar la presencia policial y abandonan la mercancía en el sitio.
Las autoridades tienen detectado que en su mayoría, el material explosivo proviene de la zona de Tultepec, Estado de México, por lo que se pone mayor énfasis en esa zona para evitar la entrada de este material al DF.
