Cuando cocines pollo debes tomar en cuenta varias cosas para que no quede crudo o seco.
Aquí te dejamos algunos tips para lograrlo
Antes de cocinar
- Asegúrate que el sartén esté bien caliente y de preferencia enjuaga el pollo con agua y un poco de limón antes de que toque el sartén.
- Procura sacarlo del refrigerador, 15 minutos antes de cocinarlo. Si lo pones en el sartén muy frío, la cocción no será uniforme y es posible que el centro quede crudo.
- Si hace mucho calor y el pollo está congelado, lo mejor es introducir el pollo en una bolsa de plástico y descongelar en un bowl con agua fría, así evitas el crecimiento de bacterias.
En el sartén
- El fuego debe ser de medio o bajo, si lo cocinas a fuego alto terminarás con una pieza de pollo seca y poco jugosa.
- Para estar seguros, nunca está de más usar un termómetro. La temperatura ideal para cocinar pollo y olvidarte de las bacterias es de 75 °C.
- Un truco muy efectivo es que si por alguna razón, tu pollo está pegado al sartén, lo ideal es que lo dejes cocinar uno o dos minutos más, después verás que es mucho más fácil darle la vuelta y conseguirás una corteza más dorada y un mejor color.
- No le des muchas vueltas a las pechugas, sólo provocarás que se sequen más rápido.
- Procura que las piezas de pollo que cocines sean de tamaños similares, de esta manera la cocción será uniforme y evitarás que se quemen.
- Por último, al sacarlo del sartén, deja que repose un poco. Al igual que con la carne, hay que dejar que los jugos se concentren un poco más.
Chef Fran