En México existe un grave sobreendeudamiento, ocasionado en su mayoría por desconocimiento y una mala administración financiera.
El reporte de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), el 2017 cerró con un Índice de Morosidad (IMOR) del 5.32% en tarjetas de crédito. Así los plásticos son el segundo producto financiero que deja de pagarse, justo detrás de los créditos personales, cuyo IMOR fue de 6.14%.
Dicho de otra forma, la deuda promedio de una persona que hace mal uso de su tarjeta de crédito puede llegar hasta los $140 mil pesos, cinco mil pesos más que la media nacional registrada en 2017. Si su salario fuera de $14 mil pesos al mes y decidiera pagar sólo los mínimos del plástico, el plazo para liquidar podría extenderse por 10 años. ¿Escalofriante no?
Por eso es importante que antes de adquirir algún financiamiento, entiendas que éstos son un instrumento de pago y NO una extensión de tu sueldo. Que es fundamental llevar un registro de gastos semanal, quincenal o mensual, en papel y NO en la mente (la memoria siempre falla). Que si dejas de pagar, los bancos comienzan a desconfiar, poniéndose más exigentes con los requisitos, restringiendo la aprobación de créditos y aumentando los intereses.
Que a TODOS nos conviene una sociedad más informada, que sepa tomar decisiones financieras y que tenga la voluntad de accionar inmediatamente al reconocer los problemas.