Los primeros pasos para iniciarte en el mundo de los negocios es probar tu idea para garantizar que el mercado va a aceptar tu producto o servicio pero, aunque no es un camino sencillo y tienes que ir paso a paso, es mejor que pienses a futuro.
Para que logres pasar de ser emprendedor a empresario tendrás que cambiar tu mentalidad, pues desarrollar un producto es una tarea completamente diferente a venderlo y crecer una empresa. Y llevar el negocio al siguiente nivel llega a ser una tarea digna de titanes.
La empresa de consultoría especializada en empresas emergentes G2 Consultores explica que el primer paso, si quieres vivir de tu emprendimiento universitario, es comprender que la etapa de despegue terminó y ahora es necesario pensar en cómo pasar al siguiente nivel. Aunque el apoyo de una institución educativa es invaluable, esta no dura para siempre, así que deberás identificar las nuevas necesidades de tu negocio para encontrar el camino.
Es posible que en la universidad hayas encontrado el apoyo para desarrollar tu producto, y tú mismo te hayas enfocado en el proceso pero, para llegar al mercado, tu equipo inicial ya no será suficiente, ahora tendrás que buscar una buena fuerza de ventas por lo que tu rol como directivo será operar la compañía, ya no ser parte del desarrollo, sino vender a un nicho específico. “Un problema importante es conseguir el talento que se requiere para cada función, pero el principal problema es, antes de eso, darse cuenta de qué necesitan”, comentó Jorge González Gasque, director general de G2 Consultores.
Sin importar los halagos de tus maestros o los concursos de emprendedores en los que hayas participado, tener una buena idea es solo el comienzo de un negocio. El verdadero reto para escalar consiste en poder llevarla a la práctica efectivamente. En ese sentido no hay que olvidar que las habilidades que se requieren para ambos procesos son completamente distintas. Esto quiere decir que podría ser que tus aptitudes se queden cortas y necesites un líder con experiencia o, bien, aprender para poder dirigir el negocio. En ese sentido González invita a los universitarios a no tener miedo de incorporar talento. “Ahí es donde comienzan a tropezar muchos porque no quieren sumar habilidades al equipo”.
Añadió que, “si un emprendedor se mantiene enfocado en lo que funciona y deja de lado aquello que no funciona; si innova continuamente y pule sus procesos; entonces su startup escalará hasta convertirse en lo que se conoce como una scale-up, creando más empleos, generando más ingresos y logrando un impacto más positivo con sus clientes y, en general, con el público al que se dirige”.
