Con el claxon por delante para llamar la atención de los clientes y “armado hasta los dientes” con un sinfín de de tamaños, diseños y copias de llaves, Fernando Chivo Reyes, sale a diario a bordo de su combi ambulante en forma de local de cerrajería, a recorrer las calles de Avándaro en la zona turística de Valle de Bravo para ofrecer sus “chambas”, la cual presume, la aprendió desde sus 12 años de edad.

El peculiar negocio andante de cerrajería a bordo de la combi, que lleva por nombre “Cerrajería El Pino”, le surgió a Fernando y sus tíos hace unos cuatro meses atrás, como una forma de darle un nuevo lustro a su oficio y de paso redoblar sus ganancias.

“Tenemos como cuatro meses con la combi, ya teníamos la idea, pero no hallábamos un vehículo y vimos en venta esta combi y no le pensamos, la adaptamos cortando toda la parte trasera para adaptar el cuadro y como también somos herreros le dimos forma”, explicó el joven cerrajero.

Para poder adaptar el vehículo, Fernando cuenta que batallaron al menos 15 días, pues luego de comprar la combi tuvieron que hacer algunas reparaciones, pues la intención era que no sólo funcionara como negocio andante, sino como unidad de transporte para realizar los trabajos a domicilio.

En la parte lateral derecha, a la combi color rojo, le fue colocado un ventanal para la atención de los clientes, mientras que en la parte trasera se adaptó una pequeña bodega para las herramientas y cargar la planta de luz que usan, para darle carga a los esmeriles con que sacan las copias de las llaves.

“Es cómoda la combi, incluso por eso le quitamos también el toldo para poder andar al interior parados, y además llama la atención y eso nos atrae más clientes”, compartió Fernando quien dice que a sus 27 años, ya es todo un experto en el oficio de la cerrajería.

Para cualquier tipo de trabajo, ya sea de los tradicionales, hasta los que se hacen para vehículos con chip, el cerrajero de la combi asegura que los puede hacer y sus clientes pueden confiar en que quedarán bien, además de ser paseados si así lo gustan a bordo de su negocio, pues con su combi acude a todos los rincones de Avándaro, para dar sus servicios.

También se le puede encontrar en la plaza de su pueblo, donde pasa los fines de semana parado en una de sus calles, desde las 10 de la mañana hasta después de las cinco de la tarde.