El Real Madrid y Cristiano Ronaldo siguen consumando el romance que tienen con la Champions League, ahora Turín y la Juventus fueron testigos de cómo los merengues están hechos para este torneo y que cuando juegan en esta competencia son un monstruo capaz de dejar con insomnio hasta al más valiente.
La goleada 3-0 como visitante coloca a los de Zidane en el camino hacia su octava semifinal de manera consecutiva en Champions y buscar el tricampeonato de Europa.
La historia dicta que el Madrid se convierte en un gigante de Europa pero los hilos de este equipo son comandados por un Cristiano Ronaldo que cada que se planta sobre una cancha no pierde las ganas de ganar y que se supera día con día para que no existan dudas de su capacidad.
Al Madrid los nervios del inicio del partido no le hicieron efecto, con tres minutos en el reloj Cristiano marcó el primer gol del encuentro imponiendo sus condiciones dentro del área para chocar la pelota con la derecha y cruzar a Buffon.
El juego pintaba para que la noche italiana fuera de ensueño, pero fiel a su estilo el equipo de Zidane bajó sus revoluciones y dejó crecer a la Juventus que en varias ocasiones puso en aprietos el arco de Keylor Navas.
Para el segundo tiempo Cristiano se echó el equipo al hombro, pero el destino le tenía escrito una gran recompensa. El portugués siempre soñó con hacer un gol de chilena, este tipo de anotación se le había negado durante toda su carrera y este día lo consiguió.
CR7 se levantó dentro del área para sacar el recurso de la chilena y vencer a Buffon, quien fue un espectador de primera fila de la obra de arte hecha por el lusitano. La cara de Zidane y de sus compañeros fueron de asombro, pero esa misma pusieron los miles de aficionados en las gradas que se rindieron ante el 7 del Madrid.
Juventus cayó en la desesperación, Dybala se fue expulsado por una agresión sobre Carvajal en el medio campo y a partir de ahí los italianos terminaron por sellar su derrota, pues el Madrid aprovechó todo esto para prácticamente matar la serie con la tercera anotación que marcó Marcelo.