Cuesta a Reyes Magos cumplir deseos de los niños

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Precios cada vez más altos y las fuertes exigencias de los niños, complican el panorama a los Reyes Magos.

Los recuerdos de Alfredo parecen tan fuertes como sus nudos. Sentado en un banco de plástico verdoso con las patas a punto del colapso, este bonachón vendedor de juguetes amarra bolsas negras de las asas mientras platica con nostalgia que cuando niño, todos “morían” por tener un par de Switch, esos famosos tennis noventeros con luces en la suela que prendían con cada pisada.

Ahora son otros tiempos. Desde un puesto ambulante que da hacia el Eje 1 Norte, oculta un par de juegos de mesa en enormes bolsas oscuras, sin parar la charla. “Todos andan pidiendo al robotcito de la Guerra de las Galaxias”, relata sonriente el vendedor informal, como si le causara gracia el hecho de que el juguete de moda le robe la atención a los que vende, todos de marca según presume, pero a precio de fábrica.

El puesto localizado casi en esquina con la calle Florida, en realidad es de autoestéreos y pertenece a su madre. Pero cada enero, “Petus”, como le gritan otros ambulantes, hace una inversión para revender juguetes a Los Reyes Magos y ser parte del proceso que de acuerdo con la Cámara de Comercio en Pequeño de la Ciudad de México (Canacope), este año dejará una derrama económica de 2 mil 250 millones de pesos desde el segundo día del año.

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Dolor de cabeza intergaláctico para papás

Incrustada en el imaginario colectivo como el último estirón financiero del año, El Día de Reyes es una tradición que cierra las festividades navideñas para beneplácito de los infantes. No obstante, a pesar de estar generalizada, no todos los estratos sociales lo viven igual. Mientras pocos tienen posibilidades de hacer sus compras en tiendas como Juguetron, Mercerías del Refugio y tiendas departamentales, la mayoría debe recurrir a los ambulantes y las romerías delegacionales.

Alfredo lo sabe, por ello acepta su molestia con los niños que exigen juguetes fuera del alcance de sus padres. “Como sea es negocio para nosotros, pero yo por eso no me mancho y trato de darlos 20 o 40 (pesos) más bara”, aludió el comerciante, aunque enseguida reparó en la inocencia de los pequeños. “Que igual ellos ni tiene la culpa eh, luego es de los papás que los tiene bien malacostumbrados y ahí andan batallando para encontrar…”.

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Él, según platica, va a las bodegas de salida a comprar de marcas como Mattel y Hasbro, o FisherPrice y Playskool para los bebés. De esta forma, en el puesto de no más de dos metros de ancho, están acomodadas filas de muñecas Barbie, el héroe MaxSteel, robots de Transformers, sin contar los variados bebés de plástico suave. Su producto más caro, es el llamado Hulkbuster de The Avengers en 600 pesos, casi 60 menos que en supermercados como Walmart. El más barato ofrecido por “Petus” es un maltratado “Cien Mexicanos Dijieron”, con todo y Adrián Uribe estampado en caja a 100 pesos.

Si bien esto sucede en el Barrio Bravo, la dinámica en otros mercados como el de la Lagunilla, Sonora o La Merced es la misma: comerciantes con juguetes originales, imitaciones y unos pocos todavía con tradicionales de madera, para los presupuestos más apretados. Otros prefieren la venta de ropa, conscientes de que algunos padres optan por hacer este tipo de compras y así “matar dos pájaros de un tiro”.

Comerciantes de estos tres mercados consultados por Letra Roja, contaron que este año los más pedidos son juguetes de The AvengersLos Minions y la recién estrenada StarWars, entendible por ser los filmes taquilleros del 2015. Aunque también preguntan mucho por artículos de la película Frozen, además de las marcas Lego y Playmobil, de moda en los años ochenta y que han sufrido una fuerte revalorización.

Varios de ellos también coincidieron en que el “Bebocho” (BB-8) de StarWars es muy solicitado por los “Reyes”, lamentablemente el juguete original, una especie de androide esférico que se controla desde una app de smartphone, sólo se puede adquirir en centros comerciales o por Internet a un precio de aproximadamente 4 mil pesos, poco accesible si consideramos que se deberían invertir 54.76 salarios mínimos para adquirirlo, o en otras palabras, casi dos meses de trabajo.

En mercados como el de Tepito, se pueden encontrar una versión pirata a control remoto, en menos de la mitad de su precio original, salvo que éste no puede ser manipulado desde un dispositivo móvil.

Niños millenials

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A pesar de que en la mayoría de los mercados instalados en cada delegación y a las afueras de ciertos metros como los de la Línea A, Chapultepec, Barranca del Muerto o Tacubaya, todavía hay mercaderes que ofrecen juegos de mesa, bicicletas, patines, avalanchas, patines del diablo, yoyos, trompos y valeros, muchos de ellos coinciden en que los videojuegos se impusieron desde hace tiempo como regalo de Reyes.

Como ha sucedido desde el boom comercial que desataron Sony y Nintendo a principios de los noventa, ahora los chicos prefieren una consola de entretenimiento digital, un nuevo juego, un control, accesorios o dinero digital para usarlo en línea, por encima de cualquier otro juguete. Así, los diferentes modelos de PlayStationXbox o Nintendo, poseen alta demanda sin importar su elevado precio.

Para dimensionar el gasto que supone alguno de estos videojuegos, basta decir que uno de los más accesibles actualmente es la Xbox 360, con un precio promedio de 3 mil pesos en tiendas especializadas, lo que implica una inversión de aproximadamente 41.07 salarios mínimos o más de 40 días de trabajo. Mientras que el más caro es el Xbox One Elite a un precio de lista de 9 mil 700 pesos, es decir 132.80 salarios mínimos o casi cinco meses de empleo.

Otros “regalos” con alta demanda en distintos puntos de la Ciudad, que al igual que los videojuegos son caros y llevan tiempo como predilectos de los menores, son las tablets y los smartphones. A diferencia de las consolas, éstos dos poseen una amplia variedad capaz de ajustarse a presupuesto cortos, sin que ello implique recurrir a productos imitación o robados, pues incluso plazas comerciales de Eje Central se abarrotan de papás debido a que se pueden adquirir dispositivos nuevos y con garantía a buenos precios.

 

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