En México, la violencia laboral o “mobbing”, impacta de manera negativa en el desempeño de las personas hasta disminuir su capacidad de trabajo; así, el llamado “congelamiento” es un tipo de violencia que ocurre sólo en las instituciones del servicio público, que sumado a la violencia de género, suele afectar especialmente a las mujeres trabajadoras.
Así lo señala el artículo titulado “Principio de equidad de género en el ámbito laboral”, publicado en la revista Dignitas de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem), derivado de una investigación en la que se encontró que 44% de las mujeres padecen violencia de género en el trabajo, y que ésta es ejercida tanto por varones como por otras mujeres.
La doctora en Derecho y en Educación, e investigadora de la Universidad de Ixtlahuaca, Gabriela Areli Cruz Sotelo, precisa en el texto que en 2008 se analizó el hostigamiento laboral conocido como “mobbing”, corroborando que éste daña psicológicamente a la víctima ya que se ejerce con el propósito de “eliminarla” moralmente a través de la burla o la humillación. Otro tipo de violencia, dice, es el “congelamiento”, que aun cuando no se ha estudiado ampliamente sí es un problema en el ámbito laboral y suele afectar mayoritariamente a las mujeres.
De acuerdo con la investigadora, la violencia de género en México es un problema cultural, ya que se basa en las preconcepciones que prevalecen acerca de lo que se piensa que debe ser una mujer y lo que debe ser un hombre, a partir de los roles que socialmente se le asignan a cada persona según su sexo, dando por hecho –por ejemplo- que las mujeres son débiles y no pueden tomar decisiones, por lo que la violencia de género suele manifestarse en menores prestaciones o salario para las mujeres.
Asimismo, argumenta que esta cultura de prejuicios es una de las razones por las que la realidad de las mexicanas no cambia, pues “es difícil que los hombres acepten que una mujer sea líder o jefa en una organización, por el pensamiento machista que caracteriza a la sociedad”, indica.
Al referir el estudio del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) realizado en 2015 y que reporta que las mujeres ganaban 24% menos que los hombres y ocupaban el 22% de los lugares en el Poder Legislativo y en el sector privado -en este último en 32% de las empresas no había una mujer en algún cargo directivo y si lo lograba, recibía 53% del salario de los hombres en América Latina-, la investigadora reitera que es visible la resistencia a que el sector femenino trabaje y gane lo mismo que los varones por labores similares.
La doctora Gabriela Cruz deja en claro que lo anterior es un atentado contra la equidad de género, la cual implica la igualdad de condiciones en todos los campos de la vida social: educativo, político, laboral, empresarial, familiar… pues, en México y en otros países, la equidad de género no está instituida plenamente, agrega.
Para lograr un cambio de conciencia colectiva y un trato equitativo, comenta, se debe implementar la perspectiva de género en la legislación y en las políticas públicas en todos los niveles educativos formales e informales, así como en los medios de comunicación, y propone como alternativa la instauración de la cultura de paz y la no violencia para concientizar y eliminar la desigualdad de género.