En el antirrábico de Valle de Chalco dejan perros muertos en las banquetas, en charcos o en contenedores de basura, sin que el encargado del lugar tome medidas higiénicas para evitar brotes de alguna enfermedad; mientras que en el interior, los canes mueren en las jaulas, hacinados, aplastados o de hambre porque no hay nadie que los atienda.
Esta situación se observó cuando un ciberlector de Reporteros en Movimiento, acudió al antirrábico de Valle de Chalco, para adoptar una mascota, pero se impresionó cuando en la banqueta vio en plena putrefacción a cinco perritos.
Dijo que le pregunto al encargado, sobre esa situación antihigiénica, ya que el mal olor se percibe desde 30 metros antes.
“Entonces, le preguntamos que si los animales echándose a perder ahi no eran un peligro para la población vecina a lugar y el nos contestó con una seguridad y fundamento bárbaro que ¿sabes de leyes?”.
El antirrábico se ubica en la avenida Acapol y Chima de la colonia Maria Isabel, donde además, en una sola jaula hay más de 100 canes de diferentes tamaños que se enciman, se lastiman entre ellos, algunos mueren aplastados por otros o por las heridas.
“Había perros heridos, pequeños, grandes, incluso, una perra parió ahí y tenía un fuerte olor”, relató el ciber lector de Reporteros.
“Pero lo relevante para mi punto de vista es que los perros muertos estan prácticamente en la banqueta sin ningún control y es un foco de infección inportante;
los perros en el interior están amontonados sin ningún cuidado, incluso, perros moribundos aplastados por los perros mas grandes o heridos por otros perros
y en verdad el olor se percibe desde 30 metros de distancia”, insistió.
Ante esta situación, el alcalde de Valle de Chalco, Ramón Montalvo Hernández, debe de intervenir inmediatamente y llamarle la atención al encargado del antirrábico para evitar que ese lugar sea un foco de infección que puede causar una epidemia en esa zona habitacional.
Asimismo, las organizaciones defensoras de animales y mascotas deben de visitar ese lugar, para investigar la forma en que se tiene a los animales capturados en las calles.