Para afrontar la crisis financiera del Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (ISSEMyM), el gobernador priista Alfredo del Mazo promovió una reforma para migrar el sistema de pensiones operado por el Estado hacia las cuentas individuales o Afores, operados por la banca privada.
Según la iniciativa que se espera desahogar en los próximos días, el nuevo sistema de pensiones tendrá su base en las cuentas individuales de los trabajadores y éstas serán proporcionales a las aportaciones que los servidores públicos realicen, más los intereses generados durante toda su vida laboral.
El trabajador, asegura la exposición de motivos de la propuesta, será el dueño de su cuenta, con la garantía de que su dinero no podrá ser utilizado para otros fines y, en caso de fallecimiento, se entregará sin mayor trámite a sus deudos.
También compromete que el gobierno salvaguardará a los trabajadores de menores ingresos, al aportarles la diferencia para una pensión garantizada.
Las cuentas serán operadas por administradoras de fondos para el retiro de giro exclusivo elegidos por el servidor público.
Los empleados además podrán realizar aportaciones voluntarias a una subcuenta individual para aumentar su pensión y contratar a una aseguradora una renta vitalicia para él y sus beneficiarios al cumplir los requisitos para pensionarse.
El seguro podrá ser de retiro, cesantía en edad avanzada y vejez, invalidez y vida, riesgos de trabajo y salud.
La iniciativa asegura que no se perderán los derechos adquiridos de los actuales pensionados, quienes seguirán en el mismo régimen; sin embargo, los de nuevo ingreso deberán sujetarse a las nuevas disposiciones.
No obstante, el empleado que ya cotiza para el ISSEMyM podrá migrar del sector público al privado, llevándose los recursos de sus aportaciones.
El objetivo de las modificaciones, se asegura, es resolver la crisis financiera por la que atraviesa el ISSEMyM, debido a que el Sistema Solidario de Pensiones en la actualidad representa más gastos que ingresos y agotará su reserva a mediados de 2019.
La exposición de motivos afirma que 73% del total de los recursos del Instituto se destina al pago de pensionados, y que la erogación es aún mayor porque los salarios con que éstos cotizan son superiores a los sueldos promedio de los trabajadores en activo.
En el documento se afirma que en la actualidad cada pensión se sostiene con las cuotas de seis servidores públicos, pero para sobrellevarlas es necesaria la cotización de al menos ocho.
Desde 2017, se refiere, los egresos del ISSEMyM son mayores a los ingresos (20 mil 953 millones contra 20 mil 595 millones de pesos), lo que representa un déficit de 357 millones. Este año el faltante se estima en mil 381 millones; en 2019, por 2 mil 907 millones; en 2020, de 4 mil 296, y en 2021, de 6 mil 470 millones de pesos.
Hoy día este Instituto paga pensiones a 59 mil 610 derechohabientes, pero la cifra crecerá en 15% en los próximos cinco años.
Cotizaciones de 47% del salario
Si se desea mantener el actual sistema de pensiones y resolver la problemática de manera definitiva, la exposición de motivos advierte la necesidad de incrementar las cotizaciones, de tal manera que representen 47% del salario de los trabajadores en activo, “sin considerar las cuotas y aportaciones para los demás seguros, servicios y prestaciones que ofrece el ISSEMyM”.
Dar solución desde los requisitos de jubilación, en tanto, implicaría aumentar la edad de retiro a más de 75 años, lo que desde el punto de vista de la iniciativa resulta inviable y atentaría contra la esencia del sistema pensionario, destinado a garantizar el retiro digno de las personas que han cumplido a plenitud su etapa laboral.
Después del IMSS y el ISSSTE, el ISSEMYM es el tercer instituto de seguridad social más grande del país, con 375 mil servidores públicos derechohabientes.
Esta iniciativa también fue promovida por el Ejecutivo estatal antes de que el PRI, del que surgió Del Mazo, pierda la mayoría en el próximo Congreso local.
Redacción–proceso.com.mx
