El hombre experimentó insomnio y ansiedad mientras estaba infectado con el virus y, varias semanas después del alta, comenzó a sentir un malestar anal profundo e inquieto.
Los especialistas del Hospital de la Universidad Médica de Tokio informaron que el hombre experimentó insomnio y ansiedad mientras estaba infectado con el virus y, varias semanas después del alta, comenzó a sentir un malestar anal profundo e inquieto.
El paciente dijo sentir una necesidad imperante de moverse cuando se encontraba en reposo. Al ponerse en movimiento el síntoma mejoraba pero volvía a aparecer cuando descansaba. El hombre describió una extraña sensación anal. Una colonoscopia reveló que presentaba hemorroides internas.
Según describieron los especialistas en BMC Infectious Diseases, el paciente presentó “un malestar anal profundo e inquieto, aproximadamente a 10 cm de la región perineal. Se observaron las siguientes características en la región anal; la necesidad de moverse es esencial, empeorando con el descanso, mejorando con el ejercicio y empeorando por la noche”.
“Los hallazgos neurológicos, incluidos el reflejo tendinoso profundo, la pérdida de la sensibilidad del perineo y la lesión de la médula espinal, no revelaron anomalías. No se confirmaron milicias diabéticas, disfunción renal y estado de deficiencia de hierro”, agregaron los especialistas en su descripción del cuadro tratado.
Si bien aún no está claro cómo el COVID-19 causa síntomas neurológicos, varios casos de problemas neurológicos, incluido el síndrome de Guillain-Barré, “niebla mental” y hormigueo, entre otros problemas, se han relacionado con infecciones por coronavirus desde el inicio de la pandemia.
Los científicos diagnosticaron al paciente con síndrome anal inquieto después de determinar que sus síntomas coincidían con los criterios y no observar ninguna otra causa del síndrome. En el paciente no se encontró alteración de la vejiga, recto o disfunción eréctil. Las pruebas neurológicas no encontraron anomalías y el paciente no tenía antecedentes familiares de RLS ni movimientos periódicos de las extremidades.
Los síntomas del paciente se aliviaron después de ser tratado todos los días con 1,5 mg de clonazepam, un medicamento utilizado para tratar los trastornos convulsivos y los ataques de pánico.