En los primeros seis meses de 2016, un menor murió en Estados Unidos de media cada dos días en disparos accidentales con armas de fuego. Las cifras, reveladas en una investigación de la agencia Associated Press y el diario USA Today, superan las estadísticas oficiales y aportan otro prisma a la epidemia de la violencia armada en el país.
Los datos evidencian los peligros de la proliferación de pistolas y rifles en Estados Unidos, donde se calcula que hay cerca del mismo número de habitantes (321 millones) que de armas de uso privado. Cada día, 297 personas reciben disparos de armas de fuego (89 mueren), según un promedio de la Campaña Brady.
La investigación analiza las cifras de muertes accidentales de menores de 18 años desde el 1 de enero de 2014 hasta el 30 de junio de este año a partir de los datos de la organización independiente Gun Violence Archive, estadísticas oficiales e informaciones periodísticas.