El alto funcionario de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), ejecutado en esta localidad fue identificado como Juan Cruz Guardián, «el Cabeza de Olmeca», homicidio que según informó la institución «ya investiga a fin de localizar y detener a los autores de esta cobarde agresión».

Esta nueva ejecución perpetrada por la delincuencia se viene a sumar a una larga lista de funcionarios y agentes muertos de un tiempo a la fecha, lo que es un claro ejemplo de la grave y escandalosa inseguridad que azota al Estado de México donde ni la misma institución encargada de impartir justicia y perseguir el delito está a salvo.

Para nadie es secreto que actualmente la institución encabezada por Alejandro Jaime Gómez Sánchez, está bajo los reflectores por su escasa funcionalidad y descrédito, aparte de que la misma dependencia chorrea sangre debido a las recientes emboscadas donde han perdido la vida agentes de la Policia de Investigación (PDI), en municipios como Coatepec Harinas, Texcaltitlán y ahora en Naucalpan, donde un alto funcionario adscrito al Grupo Táctico Operativo (GTO), perdió la vida a manos de criminales.

Vecinos de la colonia Ricardo Flores Magón reportaron a la policía municipal de que en la calle 4 se habían escuchado varias detonaciones de arma de fuego, por lo que de inmediato la unidad 19-305 de trasladó al lugar del presunto tiroteo.

Los tripulantes de esa patrulla se percataron de que en la calle 4, sin número, se localizaba un vehículo de la marca Ford Fusion, de color negro, placas de circulación NTC-71-49, con la portezuela del conductor abierta.

En la inspección de rutina los
uniformados observaron que a un costado de ese vehículo se localizaba un individuo desconocido, el cual a simple vista presentaba varios impactos de arma de fuego en la cabeza. Así lo reportaron a la superioridad.

De inmediato llegaron al lugar paramédicos de la ambulancia MEX-402 de la Cruz Roja local quienes confirmaron que dicho individuo no presentaba signos vitales, estaba muerto. La escena del crimen fue acordonada por la policía, también llegó personal de la Fiscalía Especializada de Homicidios del Valle de México para dar fe de los hechos.

Vecinos de la zona fueron interrogados por la policía, pero nadie dijo nada que pudiera ayudar en la investigación de este nuevo homicidio, sólo indicaron haber escuchado varios disparos de arma de fuego que, dijeron, rompieron la quietud de la noche, negándose a dar más información al respecto, pues en este tipo de casos más vale tener la boca cerrada.

Las autoridades también realizaron algunos recorridos por la zona a fin de localizar alguna cámara del C-5, pero todo fue negativo. No había cámaras de seguridad ni testigos.

Para entonces nadie sabía quién era la persona ejecutada, posteriormente el hoy occiso fue identificado como el licenciado Juan Cruz Guardián, coordinador de uno de los Grupos Tácticos Operativos (GTO), en el Valle de México con sede en Naucalpan.

A través de una escueta tarjeta informativa la FGJEM informó el día de hoy que «el funcionario circulaba por calles de la colonia Independencia (sic) cuando varios individuos le habrían disparado».

La dependencia en su comunicado hace hincapié que Cruz Guardián contaba con «larga trayectoria en la Fiscalía Estatal», pero la institución olvidó decir que el hoy occiso no gozaba de buena fama ni era un santo.

Cruz Guardian era conocido como «el Cabeza de Olmeca», fue agente del ministerio público, luego Fiscal Especializado de Homicidios en el Valle de Toluca hasta que un hecho bochornoso lo salpicó de lodo.

FEO CRIMEN

El lunes 23 de enero de 2017 corrió la noticia de que Lilia Ortega Serrano, de 37 años, pareja sentimental de Cruz Guardián, había desaparecido de manera sospechosa en el municipio de Tenancingo,

En aquel entonces el fiscal Alejandro Jaime Gómez Sánchez ordenó una inusitada movilización de agentes ministeriales adscritos a Toluca, Valle de México y zona Oriente para localizar por cielo, mar y tierra a la mujer desaparecida, pareja sentimental de Cruz Guardián.

En aquel entonces se supo que un ex elemento de la Comisión Estatal de Seguridad Ciudadana (CESC), era el principal sospechoso, debido a que según Cruz Guardián su mujer le ponía el cuerno con ese individuo.

Fue el martes 24 de enero de aquel año cuando trascendió que la mujer desaparecida viajaba en una patrulla Ford Focus, color blanco, placas MPY-6109, la cual era indebidamente utilizada pues la desaparecida no era servidora pública ni trabajaba en la Fiscalía General de Justicia del Estado de México. Sin embargo, este dato fue un paso importante para su búsqueda. Se rastreo toda la zona de Tenancingo pero no aparecía la señora Ortega Serrano.

La búsqueda se prolongó y extendió más allá de Tenancingo, hasta que el miércoles 25, fue hallada la citada patrulla. Ese mismo día el domicilio del sospechoso había sido allanado por policías, y no encontraron nada.
La madrugada del jueves 26, de nueva cuenta, la policía acude al lugar y es cuando por arte de magia dicha mujer es localizada muerta. Hallazgo que despertó muchas suspicacias.

Mientras tanto Cruz Guardián ni quitaba el dedo del renglón, seguía culpando de los hechos a su presunto rival de amores. Cuando esto ocurría el ex uniformado sabedor de que lo buscaba la policía y temeroso de que lo fueran a matar huyó a la ciudad fronteriza de Reynosa, en la cual fue localizado y detenido la tarde del tres de febrero de aquel año en la calle Dalia no.109, fraccionamiento Reynosa, en el estado de Tamaulipas.

El ex policía estatal Alonso «N» negó en todo momento ser el responsable del crimen de la mujer. Después de ser trasladado en avión de aquella ciudad llegó escoltado por agentes a las instalaciones de FGJEM en Toluca donde permaneció alredor de cuatro largas horas, tiempo en el que fue torturado por el propio Cruz Guardián.

Desde un principio los agentes que participaron en la búsqueda de la mujer dijeron que el ex policía estatal Alonso «N» sólo era un chivo expiatorio, todo hacia sospechar que Cruz Guardián, el poderoso e influyente Fiscal Especializado de Homicidios en el Valle de Toluca tenía las manos salpicadas de sangre.

Tras el escándalo Cruz Guardián fue removido del cargo, mientras se aquietaba las aguas turbulentas. Más tarde reapareció dicho funcionario como Coordinador de Grupos Tácticos Operativos (GTO), en Tecámac y posteriormente en Naucalpan, respectivamente, hasta que la noche de ayer dicho funcionario apodado «el Cabeza de Olmeca» fue ejecutado por sujetos desconocidos que pareciera se los «tragó la tierra».