El asesinato perpetrado contra el alcalde de Jilotzingo, Juan Antonio Mayen Saucedo, representa el tercer atentado contra funcionarios públicos en lo que va del año.
Recientemente, el 11 de marzo, el Secretario del Ayuntamiento de Almoloya de Alquisiras, Teodorico Flores López, fue balaceado a unos metros de su domicilio. El segundo atentado ocurrió el 13 de abril en Chalco; Julio Gabriel Flores León, quien se desempeñaba como director de Desarrollo Económico, circulaba por una avenida de dicha demarcación cuando fue interceptado por varios sujetos y ejecutado con un tiro en la cabeza en el mismo lugar.
A estos homicidios, se les suman otros en años recientes. En octubre de 2008, Christopher Salvador Vergara Cruz, entonces alcalde de Ixtpan de la Sal, fue emboscado y muerto por desconocidos que le dispararon con armas largas cuando circulaba por la carretera que comunica al municipio mexiquense de Coatepec Harinas con el de Pilcaya, en el estado de Guerrero. Se señaló al crimen organizado como el responsable de la muerte de Vergara.
En 2011 José Eduviges Nava Altamirano, entonces presidente municipal de Zacualpan, fue secuestrado y asesinado. El crimen fue atribuido al grupo delictivo denominado “La Familia Michoacana”; tres funcionarios públicos también estuvieron implicados en el homicidio.
