Aunque en buena parte del mundo, la gente ama el olor a auto nuevo, en el gigante asiático es muy distinto.
Mucha gente ama ese aroma a automóvil nuevo, recién salido de fábrica. En Estados Unidos hasta se venden aromatizadores para devolverle ese olor a los autos que ya no lo tienen.
Pero en China todo es distinto. Los chinos detestan ese aroma a auto nuevo. “El olor desagradable en el interior de los autos es el principal problema de la industria“, contó Brent Gruber, director senior global de Ford. “Para ponerlo en contexto, las quejas por ese tema son el doble que las del segundo asunto que recibe más reclamos, el consumo excesivo de combustible”.
Y como China es el principal mercado automotor del mundo, las fábricas vienen investigando cómo quitar ese olor que se origina en los componentes orgánicos volátiles (VOC, según las siglas en inglés) que arrojan sobre todo el cuero, el plástico y el vinilo, y también los químicos utilizados para sellar las diferentes partes de un auto.
¿En qué consiste? Es un sistema ultra tecnológico en el que el automóvil determina por sí mismo si las condiciones climáticas son las adecuadas, y entonces se conduce a un sector bajo el rayo del sol, abre su ventana, puede optar por encender el motor, y se deja “cocinar” durante algunas horas para expeler los gases y olores.
Aunque la automotriz estadounidense ya solicitó el patentamiento del sistema, todavía no tiene planes concretos para avanzar en su implementación. Formará parte de un paquete de medidas para satisfacer al cada vez más exigente y demandante mercado chino.
(Con información de infobae)