En México se han suspendido las actividades económicas y se ha pedido a la población mantenerse aislados y no salir de sus casas para disminuir los contagios por Covid-19, por lo que todos nos hemos visto obligados a mantenernos en confinamiento en nuestros hogares, salvo aquellos que trabajan en empleos esenciales, no obstante, para la mayoría de las personas será una alteración de su rutina, que provocará ansiedad y estrés, por lo que aumentaran las situaciones de enojo y violencia entre los integrantes de las familias.
Pues de acuerdo a la Secretaria de Salud, quien es la institución que registra todos los casos de agresiones físicas o sexuales en contra de niñas, niños, adolescentes, mujeres, personas discapacitadas o adultos mayores; en la primera semana después de que inicio la Jornada Nacional de Sana Distancia, se reportaron 1,547 casos de violencia intrafamiliar a nivel nacional, un crecimiento de casi el 60% de casos con respecto al promedio nacional de cada semana, posicionándose como la semana más violenta en este tema de todo el año; respecto al Estado de México, es la tercera entidad con más casos acumulados en lo que va del año, solo en la semana de inicio de la cuarentena se ubicaron 160 casos en la entidad, que representa el 10% de todos los casos a nivel nacional.
Con respecto a la violencia contra mujeres, durante enero a marzo de este año, se registraron 960 crímenes contra mujeres, de los cuales 720 fueron clasificados como homicidios dolosos y 240 como feminicidios, en comparación con los 882 crímenes contra mujeres del año anterior, siendo 650 homicidios dolosos y 232 feminicidios de acuerdo al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Tan solo las llamadas de auxilio al 911 por casos de violencia contra la mujer, tuvo un repunto en el mes de marzo del 10% con respecto al mes anterior (26,171 llamadas) y un incremento del 60% con respecto al mismo periodo del año anterior.
Respecto a las personas de la tercera edad y discapacitadas, no solo hablamos de violencia física, sino se incorpora la negligencia, que es una violencia pasiva que se escenifica cuando la persona necesita cuidado y los que le rodean practican la omisión o, en su lugar, brindan atención de manera inadecuada; además, hay que sumarles la dependencia física o económica del agresor, y que en muchos de los casos, este tipo de violencia nunca llegan a conocerse debido a que el adulto mayor o la persona discapacitada no se encuentra en condiciones de realizar una denuncia.
Los confinamientos y las cuarentenas son esenciales para reducir el COVID-19, pero se debe evitar que los miembros más vulnerables de las familias se encuentren atrapados con sus agresores.