Agencias
El Papa Francisco dice que los culpables de abusos sexuales y quienes los encubrieron deben rendir cuentas a la justicia, algo que “en muchos casos incluye a los obispos”, señaló el vocero vaticano, Greg Burke al comentar la carta que el Santo Padre publicó este lunes.
Este 20 de agosto el Pontífice publicó una carta dirigida “al Pueblo de Dios” en la que condenó los abusos sexuales cometidos por los sacerdotes, esto a raíz del informe de la Corte Suprema de Pensilvania que denuncia más de mil casos ocurridos en los últimos 70 años y en los que están involucrados unos 300 sacerdotes.
“El Papa Francisco dice que se necesita urgentemente que los culpables rindan cuentas, no solo los que cometieron esos crímenes, sino también aquellos que los cubrieron. Lo cual en muchos casos incluye a los obispos. Además de hacer un llamamiento a toda la Iglesia Católica para que se adopten las medidas de protección necesarias en todas las instituciones”, señaló el Director de la Sala de Prensa, Greg Burke.
El vocero señaló que el texto del Papa “es para Irlanda, para Estados Unidos, es para Chile”, pero también para el resto de fieles que conforman el pueblo de Dios.
En ese sentido, Burke se refirió a los escándalos de abusos denunciados en Irlanda y que fueron condenados por Benedicto XVI en 2010; así como los casos ocurridos en Chile y que llevaron a la condena del sacerdote Fernando Karadima, también en 2010, y al informe elaborado este 2018 por Mons. Charles Scicluna luego de una visita apostólica encomendada por Francisco.
Burke señaló que “es significativo que el Papa se refiera a los abusos como un crimen, no solo un pecado y que pida perdón”. Francisco “es muy consciente de que todos los esfuerzos no serán suficientes para reparar el daño hecho a las víctimas”, muchas de las cuales han sido escuchadas por el Pontífice “a lo largo de los años y esto claramente se nota en la carta. El Papa lo subraya: las heridas nunca prescriben”.
Asimismo, indicó el vocero, en su carta “el Papa también pide que todos los creyentes pongan de su parte con las armas tradicionales para combatir el mal: oración y penitencia”.
En su carta, el Pontífice señaló que “la penitencia y la oración nos ayudará a sensibilizar nuestros ojos y nuestro corazón ante el sufrimiento ajeno y a vencer el afán de dominio y posesión que muchas veces se vuelve raíz de estos males”.
“Que el ayuno y la oración despierten nuestros oídos ante el dolor silenciado en niños, jóvenes y minusválidos. Ayuno que nos dé hambre y sed de justicia e impulse a caminar en la verdad apoyando todas las mediaciones judiciales que sean necesarias”, expresó.
Francisco dijo que “el dolor de las víctimas y sus familias es también nuestro dolor, por eso urge reafirmar una vez más nuestro compromiso para garantizar la protección de los menores y de los adultos en situación de vulnerabilidad”.