Un mes después haber sufrido su peor derrota electoral en la entidad, el Comité Directivo Estatal (CDE) del PRI no cuenta con recursos suficientes para cubrir al 100% el monto de su nómina laboral, integrada por 80 trabajadores, por lo que esta quincena en algunos casos complementó los sueldos con vales de gasolina.

A través de las redes sociales y medios digitales locales circularon quejas de trabajadores, en el sentido de que sólo se les pagó 50% de su sueldo en efectivo o mediante depósito bancario y el resto se hizo con despensas o vales de gasolina.

En respuesta, el CDE del PRI emitió un comunicado de prensa en el que reconoció que se encuentra en “una situación extraordinaria, misma que se regularizará a la brevedad posible”, y aceptó haber complementado pagos con vales de gasolina, no así con despensas.

Precisó que respecto de la información que circuló “en torno a una supuesta crisis financiera en el PRI” que obliga a pagar con vales de gasolina y despensas, “nunca se ofreció como pago la entrega de despensas –como algunos medios difundieron falsamente-; tampoco se ofreció como pago único el hacerlo con vales de gasolina, sino de manera complementaria, a quien así lo quisiera”.

Según el boletín, “es prioridad de esta administración del CDE del PRI, desde que asumió en abril de 2016, que el pago a todos y cada uno de sus trabajadores sea puntual”, por lo que “precisamente por ello y para evitar lo que llegó a ocurrir en administraciones anteriores, en donde los pagos a personal en el PRI se llegaron a retrasar varias quincenas, para el pago exclusivamente de algunos trabajos eventuales contratados, se ofreció complementar este pago con vales de gasolina, buscando no retrasar más su cobertura”.

Algunas de las versiones que circularon en las redes sociales indicaron además que el PRI estatal se encuentra descapitalizado, en crisis financiera, y con adeudos a proveedores y prestadores de servicios, pero a este respecto no se pronunció de manera directa la directiva partidista.

El domingo 1 de julio, el PRI perdió en Colima todos los espacios de mayoría en las elecciones de senadores, diputados federales y diputados locales, mientras que, de los diez ayuntamientos, sólo ganó dos de ellos correspondientes a los municipios más pequeños.