A un comensal o cliente de alguna cafetería le toma entre 30 minutos y una hora degustar sus alimentos o tomar el café mientras entabla una conversación con su acompañante.

El mismo tiempo o menos le toma a delincuentes realizar compras con tarjetas de crédito que le fueron robadas a esas personas, quienes se darán cuenta del hurto cuando ya es demasiado tarde.

En sólo un mes la policía capitalina detuvo a 12 personas dedicadas a robar bolsas y carteras de establecimientos mercantiles de la Zona Rosa, la Condesa, la colonia Roma, el Corredor Reforma-Santa Fe y Polanco.

Actuaban en grupos perfectamente organizados; algunos de ellos son extranjeros y utilizaban pasaportes falsos para poder realizar compras con tarjetas de crédito y débito, mientras el verdadero propietario del plástico aún estaba en el establecimiento.

En aproximadamente un mes la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF) capturó a 12 personas por el delito de robo a transeúnte, perpetrado dentro de negocios.

Víctor Hugo Ramos, jefe del Estado Mayor Policial de la SSPDF, detalló a Crónica la forma de operar de estos delincuentes: “no se meten a una cadena en particular, son mujeres y hombres con buena apariencia, lo que hacen es ingresar como clientes, para tomar un café, pero aprovechan para observar a quién está distraído y le roban sus pertenencias. Acuden a zonas donde hay gente con un alto poder adquisitivo”.

Se apoderan de laptops, tabletas, celulares, entre otros dispositivos electrónicos, así como de dinero en efectivo.

En el caso de las 12 personas detenidas en el último mes, fueron presentadas al Ministerio Público, pero también se dio aviso al Instituto Nacional de Migración (INM), debido a que la mayoría de los hampones dijeron ser de nacionalidad colombiana y peruana, y los que aseguraron ser mexicanos el acento los delató, por lo que el INM recibió todos los expedientes.

La forma de actuar es la siguiente: llegan en grupos de tres personas (dos hombres y una mujer). Dos de ellos ingresan al establecimiento y uno espera afuera dentro de un automóvil; quienes llegaron al lugar ubican a la víctima, comúnmente mujeres que cuelgan su bolsa en las sillas y están distraídas.

Piden la carta como cualquier persona pero el objetivo es salir rápido del lugar, así que deben colocarse junto a la persona que será despojada de sus pertenencias. En segundos una de las personas tapa con el cuerpo la visibilidad de la víctima, jalan la bolsa o mochila y salen del lugar sin haber consumido algún producto.

“En cuanto salen, se suben al vehículo y van a hacer consumos con las tarjetas en tiendas departamentales cercanas al lugar del hurto, mientras la gente sigue en el café.
“La pregunta es ¿cómo le hacen para pagar? Traen pasaportes falsos -que consiguen en el Centro Histórico- en los que colocan el nombre que traiga la tarjeta, con una especie de calcomanía, operan rápidamente y hacen consumos hasta que vacían la tarjeta. No sólo van por el efectivo, sino por las tarjetas”, comentó el funcionario.

De acuerdo con Víctor Hugo Ramos, han sido decomisados a los hampones documentos apócrifos, pero la mayoría de los robos en cuestión se cometen con pasaportes, debido a que pueden colocar el nombre en minutos.

Respecto a los vehículos fueron asegurados un par, pero no es posible verificar que sean robados debido a que los números de serie fueron alterados, “eso es un delito, pero no sabemos si fue robado o está involucrado con una averiguación previa, lo que se hace es entregarlo a la autoridad correspondiente, en este caso el MP, que se encarga de esta indagatoria”.

Dijo que en este tipo de delitos no existe un día en particular, se registran robos de este tipo todos los días de la semana a todas horas, sobre todo en la zonas antes mencionadas, por lo que la policía aplica operativos en coordinación con distintas cadenas comerciales, para detectar a este tipo de células delictivas.