Víctor Manuel Torres Meza, director general del Centro Estatal de Vigilancia Epidemiológica y Control de Enfermedades, afirmó que el consumo de alcohol en adolescentes está asociado con embarazos no planeados, aumento de las infecciones de transmisión sexual y sobre uso de la pastilla del día siguiente, al grado de que una de cada tres mujeres que dan a luz cada minuto en el país, tiene menos de 19 años de edad.
Atribuyó esta situación a condiciones sociales, económicas y afectivas; es decir, tanto al ambiente erotizado en el que crecen hoy los adolescentes, la facilidad con que acuden a los antros y otros lugares de diversión, así como a no tener una efectiva y real cercanía y comunicación con los padres.
“Cada minuto tres mujeres dan a luz en el país, una de ellas tiene menos de 19 años de edad, de tal manera que tenemos un problema de fertilidad avanzada; es decir, las niñas de 19 años se están embarazando por una circunstancia social o económica importante, pero además de tipo emotiva, no tienen cercano a papá o mamá que estén platicando con ellos, se acerca un adulto -que es otro problema de seguridad- la embaraza y desaparece”, comentó.
A esta circunstancia se suma el ambiente erotizado en donde la niña de 16, 17 años empieza a vestirse como adulta, pero además está el entorno escolar, en donde si es una niña que no tiene relaciones sexuales es distinta a las demás y entonces es relegada por las demás, pues sus compañeras tienen relaciones, son populares, toman y fuman, indicó.
Explicó que se ha documentado que en una fiesta o en antro empiezan a tomar y tienen relaciones sexuales con el chico que les llamó la atención, pero 50 por ciento de esas relaciones no son protegidas a pesar de que en las encuestas 99 por ciento de los adolescentes saben cuáles son los métodos anticonceptivos y dónde pueden conseguirlos.
En esta circunstancia, -agregó- una de cada dos adolescentes, aún en una situación de embriaguez, trae condón y sabe que si va tener relaciones no va a adquirir una infección de transmisión sexual ni un embarazo; la otra, sí.
La otra circunstancia de riesgo, abundó el director general del Centro Estatal de Vigilancia Epidemiológica y Control de Enfermedades, es que hay más consumo de la pastilla de un día después en las farmacias que el uso de anticonceptivos.
Sobre uso de pastillas del día después, Torres Meza admitió que está ocasionando problemas, pues es un riesgo para cuando esté en edad madura y quiera embarazarse porque hay una gran carga hormonal en su organismo, porque la pastilla del día después es de emergencia, es eventual, pero siempre y cuando esté en periodo fértil.
“Si las niñas no saben usarla, es decir, si compran la pastilla un día después de que reglaron, no están embarazadas, no se van a embarazar y sí va a alterar su ciclo menstrual, ya no va a ser constante, va a tener periodos largos de amenorreas, es decir, que no menstrua o va a estar reglando constantemente, lo cual implica que no va a saber exactamente sus días fértiles.
Pero además, subrayó, podría afectar el embarazo o ser factor para contraer cáncer de ovario o cáncer asociado con incremento en hormonales y recordó que el cáncer de vagina estuvo asociado con la ingesta de hormonales.
Por esa razón, consideró que los programas preventivos deben llevarse a los lugares donde se reúnen los adolescentes, pues es más fácil colocar una gran esfera de cristal con anticonceptivos que esperar a que ellos acudan a un centro de salud a solicitarlos, si además de ello tienen que hacer fila porque hay 5 o 10 personas esperando consulta.