Para que vayan temblando los grupos de porros, no sólo de la UNAM, sino de todas las universidades, el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), advirtió que nomás que agarre el mando, los grupos de choque desaparecerán “por completo”.

“Claro, con todos los años que se tardó en titularse, seguro tuvo tiempo de sobra para checar como está la problemática”, dirán los mala onda que nomás agarran cualquier asunto para tirarle al próximo líder supremo… pero aquí no es el caso. Sólo informar que el futuro presidente expresó su solidaridad con los universitarios (hasta ahora, cuatro días después de las agresiones registradas frente a rectoría… pero bueno, al menos: EPN parece que ya se olvidó de la parte joven de su vitamina) y prometió que durante su administración no se tolerará la presencia de grupos de choque. Los porros, pues…

“No queremos porros en las universidades. Ya son las últimas”, aseguró el buen AMLO, dando a entender que estos (los porros) son creados desde el gobierno mismo y utilizados para desestabilizar la vida universitaria. “Nada de estar desde el gobierno organizando grupos de choque. Eso se termina por completo”.

En más de lo dicho ante reporteros y “corazoncitos”… digo, a las reporteras, AMLO señaló que está a favor de los jóvenes que en los últimos días se han manifestado contra la presencia de grupos porriles en la principal universidad del país y destacó la manera en que esto se ha realizado: en completa paz, “defendiendo sus derechos con mucha responsabilidad” y sin caer en provocaciones.

Por otra parte, para que sus palabras luego no sean interpretadas como que “Ahhh, pin$%&/(e AMLO va a agarrar de pretexto a los porros para atentar contra la autonomía dela UNAM”, el tabasqueño aclaró que, aunque la presencia de porros no debe permitirse por el gobierno, la bronca debe resolverse en terrenos de los universitarios. Es decir, “tiene que haber respeto a la autonomía de la Universidad”.

El presidente electo informó que posiblemente hoy se reúna con el rector de la UNAM, Enrique Graue para profundizar sobre este tema.

Además, ya encarrerado con la problemática de las formas en las que el Estado – dicen – se mete en la vida de las instituciones autónomas, así como con cualquier tipo de aparato crítico y medio jocoso, AMLO aseguró que con su gobierno se terminará el espionaje. “Nadie será perseguido, acosado, vigilado ni se escucharán sus conversaciones telefónicas. Se acaba el espionaje político y todos los que trabajan ahí (en el Cisen), que se oiga bien y que se oiga lejos, serán reubicados, no se les dejará sin trabajo. La vida pública se ejercerá con respeto a las libertades”.