Juan Carlos “N”, presunto feminicida, reveló que fue víctima de abuso sexual a los 10 años y sufrió del engaño de una pareja, motivos por los que odia a las mujeres “y si me sueltan vuelvo a matarlas”.
Lo anterior lo manifestó en una entrevista de 10 minutos que presuntamente le realizó personal de la Fiscalía General del Estado de México y que se difundió a través de las redes sociales. Cuando le preguntaron por su pasado sentimental, Juan Carlos recordó que Mónica lo engañó y abandonó, luego comenzó a sollozar.
La persona que lo entrevistó traía puesta una bata blanca y realizó anotaciones en una libreta mientras que frente a ellos una persona grabó la conversación.
Sobre el video, la fiscalía mexiquense dijo “no tener claro su origen y no poder pronunciarse al respecto”.
El video muestra parte del interrogatorio en el que se le escucha decir:
“…Yo te pongo esta pinche mujer, dame su corazón y todo va a estar bien. Los oficiales encontraron corazones en —mi habitación—. ¡Prefiero que mis perritos coman carne de esas mujeres a que ellas sigan respirando mi oxígeno!
“Mil veces que coman los perritos y las ratas a que ellas sigan caminando por ahí”.
¿Alguna otra misión que tengas en la vida?
—Mi patrón no puedo salir de esta, pero si salgo de una vez les digo a los patrones voy a seguir matando mujeres.
¿Por qué, por la voz, por Dios?
—Uno, porque a veces no me deja dormir esta madre —la voz—; dos, por el odio que les tengo y tres por la necesidad que tengo todavía de hacer, ¿qué coman mis hijos, y mis perros en otro lado?, ¡mejor mis perros!”.
¿Cuándo ocurrió lo de Mónica, estuviste deprimido?
—No me hicieron caso patrón, los policías, no ustedes. Se burlaron de mí ‘tu mujer se fue con otro cabrón’, ‘ese niño no es tuyo’, ‘ya deja de moverle güey’.
¿Pero no tuviste atención médica? ¿Estuviste triste llorando?, ¿tuviste momentos de angustia?
—Si yo no fui feliz en ese momento, nadie lo va a ser mientras yo siga aquí en la tierra, todo el daño que yo pueda y divirtiéndome de ese daño. Porque a todos los familiares de esta chica yo les hablaba bien… Me chingué a su hija y lo disfruté. Mientras yo esté aquí voy a seguir así.
¿Cuánto tiempo pasó Juan Carlos de que se fue Mónica a que empezó todo?
—Aproximadamente dos semanas.
¿Después has intentado ir a alguna atención sicológica?
—Yo estoy bien, lo que hago está bien patrón, porque sólo estoy limpiando al mundo de porquería, estoy totalmente sano.
¿Fuiste a guardería, kinder o directo a la primaria?
—Fui a la primaria
¿Te comentaron algo de tu conducta o aprendizaje?
—Que era de lento aprendizaje, patrón.
¿Reprobaste año?
—Era de lento aprendizaje, pero después de que me caí de la escalera, iba con puro 10, no sé si se inflamó el cerebro, pero desde ese momento pura perfección en la escuela.
¿Tú eres hombre y te gusta…?
— ¡Claro!
¿Y sólo te gustan las mujeres?, ¿te atraen los hombres?
—Puras mujeres, no soy ‘mimí’.
Novias, ¿cuántas llegabas a tener?
—Muchísimas, desde que estaba en secundaria hasta los 22 años. De los 22 para acá, toda pareja sentimental que yo tenía terminaba dándole en la madre por mínimos pretextos.
¿Alguien llegó a abusar de ti?
—De joven, de niño, tenía yo 10 años, una mujer, mi mamá me encargaba con una mujer para que pudiera irse. Esa mujer me hacía hacerle cosas, que a mí como niño me desagradaban bastante.
Mi papá ahí estaba de mandilón con ella. Mi mamá quería navajearlo, picarlo, acuchillarlo y yo viendo todo. Ni cómo defender a mi papá. Y dije, ni una pinche vieja me va a (inaudible) ¡jamás!
¿Desde qué edad trabajas?
—Yo me salí de mi casa a los 16 años, tuve trabajos ocasionales, no duraba porque era muy inestable, huevón.
A mi esposa la conocí en un bar, la saqué, me la chingué en mi cuarto, le pregunté ‘¿cuánto va a ser? No, la verdad me gustas mucho, quise pasar un rato contigo’. ¡Patrón, me dio un tremendo coraje! A mí me molestan las mujeres que cogen con alguien y no piden dinero. Estaba yo así de darle en la madre a mi propia esposa, antes de que fuera mi esposa, ¿pero qué se creé?, me hizo la noche, me alivianó, me hizo reír.
¿Fue diferente?
—Guau, se parecía tanto a ella
¿Ella cómo se llama?
—Patricia se parece mucho.
¿Ya antes habías tenido problemas legales Juan Carlos?
—Fui muy cuidadoso patrón, una ocasión me agarraron con una navaja aquí en Playas, una patrulla municipal. Andaba yo con navaja ¡porque yo quería picar a cualquier cabrón que se pusiera enfrente, que me la hiciera de pedo! Me presentaron al CBTIS, llegó mi mamá y pagó.
¿Practicabas algún deporte, tenías alguna actividad recreativa?
— ¡Sí señor!, practiqué box, karate, practiqué kick boxing.
¿Te platicaron, te dijeron que perdiste el conocimiento tras el accidente?
—Todos me platicaron patrón.
¿Perdiste el conocimiento?
—Yo caí de dos pisos, golpee de frente con el concreto y esta tapa que usted ve aquí se abrió con exposición.
Estuve un mes internado con mis inyecciones, con mi vacuna antitetánica y todo el procedimiento que debe ser. Y de ahí muchos cuidados nada más y pues creían que iba a quedar más pendejo de lo que estaba, pero me alivianó en la escuela patrón, y mucho.
¿A qué edad empezaste a consumir alguna sustancia y cuál?
—Lo primero fue alcohol como a los 17, 18 años de edad.
¿Tu máximo consumo de alcohol en un día cuánto llegó a ser?
—Dos botellas, pero no me hace absolutamente nada, tomo Tonayán, Rancho y nada, ¡Pero que no sea cerveza!, ¡uta! ¡me pone hasta la madre!
¿La última vez que consumiste alcohol cuando fue?
—Hace como tres meses. No tomo, no fumo, no me drogo, mire estoy totalmente limpio.
¿Alguna vez probaste sustancias?
—Sí de morro. Activo, una ocasión un cigarrillo de marihuana y en el Ejército me dieron a probar cocaína, eso nada más una prueba: ‘Si quieres saber lo que estás combatiendo, debes de probar’, me dijeron.
¿Alguna molestia tienes ahora?
—Siempre me duele la cabeza patrón, desde la caída. Siempre se lo he dicho a mi esposa, se los dije a los patrones, me molesta, ese perrito negro, tras el cancel, me purga.
¿Y siempre ha sido el mismo perro?
—Siempre ha sido el mismo perrito negro patrón, pero no estoy loco. Yo lo veo, cuando trabajaba decía ‘ahorita regreso voy a traer agüita para mi perrito, ‘¿cuál perro güey?’, me decían. No, no, no ni me diga eso, porque al chile yo estoy bien. Pasó un pinche perro y yo lo acabo de ver. Me molesta que me traten de decir güey, porque mi cabeza no pasa eso. Me oculté muchísimos años de la policía, hasta ahorita que vine a caer. ¡Yo vi a ese pinche perro negro! No pasan de decirme loco y pendejo.
Eso sería todo Juan Carlos, te agradezco mucho.
—Gracias patrón y me gusta mucho que me escuche. Gracias.