Al promulgar las leyes del Sistema Nacional Anticorrupción, el presidente Enrique Peña Nieto ofreció disculpas por el tema de la llamada Casa Blanca, reconoció que fue un error que afectó a su familia, lastimó la investidura presidencial y dañó la confianza en el gobierno
En Palacio Nacional el presidente Enrique Peña Nieto promulgó las leyes del Sistema Nacional Anticorrupción. Dijo que es un sistema a favor de la honestidad, la integridad y la rendición de cuentas, aseguró que la corrupción tiene solución.
Y advirtió que para recuperar la confianza ciudadana todos deben ser autocríticos, y verse en el espejo, empezando por el propio presidente de la República.
“En noviembre de 2014, la información difundida sobre la llamada Casa Blanca causó gran indignación, Este asunto me reafirmó que los servidores públicos además de ser responsables, de actuar conforme a derecho y con total integridad, también somos responsables de la percepción que generamos con lo que hacemos y en esto, reconozco que cometí un error. No obstante que me conduje conforme a la ley, este error afecto a mi familia, lastimó la investidura presidencial y dañó la confianza en el gobierno, en carne propia sentí la irritación de los mexicanos, la entiendo perfectamente, por eso con toda humildad, les pido perdón, les reitero mi sincera y profunda disculpa por el agravio y la indignación que les cauce, cada día a partir de ello estoy más convencido y decidió a combatir la corrupción, de ahí la importancia del Sistema nacional con el que estoy comprometido y el que habré de impulsar con toda determinación”.
Agregó que la democracia fue la vía para construir consensos y alcanzar una reforma histórica, que se hizo con la participación de todos.
“El sistema que estamos construyendo es único, nació de los ciudadanos, será presidido por los ciudadanos y servirá a los ciudadanos”.
Dijo que este nuevo sistema crea instituciones fuertes y autónomas para prevenir y castigar la corrupción.
Elimina los trámites innecesarios y hará que las contrataciones y obras públicas se realicen con total transparencia.
Para hacer que el servicio público sea más íntegro y que haya una efectiva rendición de cuentas, cuenta con una Fiscalía Anticorrupción y salas especializadas en el Tribunal Federal de Justicia Administrativa y se fortalecen la Auditoria Superior de la Federación y la Secretaría de la Función Pública, cuyo titular ahora deberá ser ratificado por el Senado.
“El nuevo sistema representa un cambio de paradigma, que dota al país de nuevos instrumentos para fortalecer la integridad en el servicio público y erradicar la corrupción, ahora tenemos que demostrar su efectividad, hasta no ver resultados contundentes, la ciudadanía verá en nuestros discursos solamente eso, discursos”.
El presidente del Senado, Roberto Gil Zuarth, celebró que este sistema haya contado con el apoyo de los legisladores y los ciudadanos.
“Y también hay que decirlo, estamos aquí este día porque también el presidente de la república hizo la parte que el sentido del deber le exigía. La victoria de todos es un sistema potente y robusto, de incentivos y disuasivos, de controles y consecuencias, y si me permiten la licencia, la victoria de todos es un sistema, que éste sí, como dicen por ahí, probablemente no lo tiene ni Obama”.
El presidente de la Cámara de Diputados, Jesús Zambrano, dijo que el Sistema Nacional Anticorrupción dejó a un lado la conocida como “Ley 3 de 3”.
“Aun con esas insuficiencias, estoy convencido -como ya lo dije hace unos minutos- de que lo que hoy se promulga, es un primer paso muy importante y significativo en el combate a la corrupción”.
El ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldívar, advirtió que es necesario que el poder judicial Federal abone a la construcción de criterios que den unidad y coherencia en la aplicación de las leyes anticorrupción.
“La promulgación de este conjunto de leyes debe marcar el inicio de una nueva etapa en la que sea tangible en que las cosas están cambiando y se están haciendo de un modo diferente”.
A nombre de la sociedad civil, habló Eduardo Bohórquez López, director ejecutivo de Transparencia Mexicana.
“La corrupción se ha convertido en el impuesto más regresivo que tenemos, que pagan los hogares mexicanos todos los días, 33 por ciento del ingreso de una familia que gana un salario mínimo, se destina al pago de sobornos para acceder a trámites y servicios. Esta herida necesita sanar”.
El presidente Peña Nieto firmó las leyes que integran el Sistema Nacional Anticorrupción.