Negocios en el Distrito Federal, Estado de México, Sinaloa, Baja California, Guanajuato, Michoacán y Puebla, en la mayoría de los casos, funcionan normalmente; en otros, cambiaron de nombre o de domicilio, manteniéndose en el mismo giro, o algunos cerraron.
La acusación que el Departamento del Tesoro hace sobre alguna compañía significa que, bajo los términos de la Ley de Designación de Cabecillas Extranjeros del Narcotráfico (Foreign Narcotics Kingpin Designation Act), las autoridades pueden congelar los activos que tienen bajo jurisdicción de EU, y que los estadunidenses tienen prohibido llevar a cabo cualquier transacción.
Mientras que el Departamento del Tesoro asocia al restaurante con algún eslabón criminal, en su página oficial de internet, El Habanero presume ser uno de los mejores en comida yucateca.
Sinaloa. Recientemente fue revelado por el Departamento del Tesoro que Juan José Esparragoza Moreno, alias El Azul, también opera empresas en Sinaloa con la finalidad de lavar dinero del narcotráfico, entre ellas destacan siete gasolinerías en Culiacán: Buenos Aires, Estación de Servicios Canarias, Gasodiesel y Servicios Ancona, Gasolinera Alamos Country, Gasolinera y Servicios Villa bonita, Petrobarranchos y Servicios Chulavista, todas actualmente funcionando.
Guanajuato. El gobierno de Estados Unidos ha olvidado actualizar su ‘lista negra’ en el estado mexicano de Guanajuato. Empresas de la ciudad de León aparecen en la lista como entidades vinculadas a terroristas o narcotraficantes.
Baja California. En Tijuana, tras la primer publicación del listado de empresas vinculadas al crimen organizado, en 1994, varias empresas como el hotel Oasis, la cadena de farmacias Vida y otras, bajaron la cortina o comenzaron a cambiar de razón social.
Michoacán. En esta entidad, la OFAC menciona a Comercializadora Jalsin, Grupo Comercial San Blas y Mega Empacadora de Frutas, operadoras en Morelia y Nueva Italia, en Michoacán. En el primer caso se trata de un domicilio con fachada de una casa habitación común y corriente.