La caída de varias trabes de las obras del tren México-Toluca en Colón y Las Torres debe derivar en una sanción a la empresa responsable, pues falló el sistema de unión, pero también será necesario realizar un peritaje para determinar los posibles daños en la zona, y otro a toda la construcción para garantizar que está bien hecha.
El presidente del Colegio de Arquitectos y Urbanistas del Estado de México, Arturo Chavarría, afirmó que por el peso de esas ballenas, de unas 480 toneladas, puede haber daños a la obra, a los puentes deprimidos que están a unos metros, pero también a tuberías de agua, de drenaje, a viviendas cercanas; y de haberlos, la responsabilidad sería de la empresa que debe pagar por ellos, pues les falló el apuntalamiento y eso no pasa en cualquier obra.
Además, dijo, eso debe obligar a que el tren cuente con un seguro obligado para cada usuario, por los posibles riesgos, y el gobierno no debe aceptar la entrega de la obra mientras no tenga las garantías de que está bien hecha para que la gente lo utilice con seguridad.
Advirtió que lo más preocupante es la falta de logística y de coordinación en la construcción del tren, sobre todo en la supervisión, pues la empresa no tuvo los cuidados de verificar los pasos en cada etapa de la obra, ya que hicieron un sistema de doble volado, pero les falló el apuntalamiento, por el sistema que colocaron de aluminio, en lugar de colocar algo de mayor resistencia, y advirtió que podría haber daños.
“Se colapsaron cuatro ballenas, cada una de ellas pesa más o menos 120 toneladas, estamos hablando de 480 toneladas y no para ahí; ahora hay que ver qué efectos colaterales hizo por el impacto: si los puentes deprimidos no tuvieron algún efecto, la posible ruptura de redes de agua potable, de drenaje, de cimentaciones, posibles fracturas de las viviendas, y en la obra pudo afectar la nivelación de algunas partes de las columnas.
“No debe pasar, es un descuido grave, hemos visto esto en temblores, pero en una obra normal, donde hay una supervisión y vigilancia permanente no debe suceder. Falló el apuntalamiento, es decir: la unión y pudo afectar estos sistemas y demostró que no hay logística, ni coordinación, pues gente especializada no puede tener esos hundimientos en obras de esa magnitud y es responsabilidad de la empresa y de quien estaba a cargo de la supervisión”, explicó.
Advirtió que debe haber sanciones y relevar de sus cargos a los responsables; así como iniciar investigaciones para deslindar responsabilidades y hacer un estudio de la conexión de cada trabe conectada y un dictamen de visto bueno, de preferencia de la UNAM y del Politécnico para que tengan plena libertad de emitir sus dictámenes, pues no se puede poner en riesgo a más de 270 mil personas que usarían ese tren.
También dijo que será obligatorio que el tren ofrezca un seguro a cada usuario y afirmó que no se debe permitir que la empresa entregue la obra con errores, ni riesgos. “No se debe recibir la obra, si no vienen las liberaciones de expertos de que los puentes cumplieron con todos los requisitos y especificaciones, y no es estar en contra del proyecto; sino la necesidad de garantizar la seguridad de la población.
“Debe haber sanciones y destituciones de quienes estaban a cargo y la empresa debe pagar multas y los posibles daños que se puedan generar en un radio de al menos medio kilómetro”, advirtió.(S)
Fue un acto de negligencia
La caída de unas ballenas en la obra del tren interurbano México-Toluca fue una evidente negligencia en el procedimiento constructivo y las autoridades están obligadas a aplicar las sanciones que marca la Ley contra la empresa responsable, que van desde administrativas y económicas, hasta la rescisión de contrato, asimismo las personas encargadas de la construcción deben ser removidas de su cargo inmediatamente, consideró el presidente del Colegio de Arquitectos del Estado de México, Óscar Gabriel Quiroz Zepeda.
“Afortunadamente no cobró la vida de ninguna persona, sin embargo pudo haber cobrado la vida de muchos trabajadores inocentes, por la negligencia de una o varias personas que sin el conocimiento y sin la supervisión adecuada, decidieron montar estas ballenas”, dijo.
“El procedimiento en sí es el que falló, porque aparentemente las trabes no tenían ningún problema en su fabricación, al parecer se vinieron abajo porque no tenían el soporte suficiente, fue un error garrafal de alguien que no tenía la experiencia necesaria para tomar la decisión”, apuntó.
Consideró que por su gran magnitud, la obra requirió de una supervisión externa de alguna empresa privada con el conocimiento técnico que prevenga estas situaciones, independientemente de la que le dé el gobierno y la constructora.
Apuntó que un error así en obras de menor impacto se paga con la anulación de contrato, por lo que en este caso deben aplicarse las sanciones antes de continuar los trabajos, además tanto el superintendente de la construcción como el responsable de la supervisión de la empresa y del gobierno, si es que existe, deben ser destituidos, pues demostraron que no tienen la capacidad.
Dijo que a simple vista no parece una falla estructural, aunque no se descarta, por lo que es necesario revisar cuidadosamente toda la obra.