Cuatro mexicanos fueron extraditados desde su país a Estados Unidos, donde afrontan cargos por tráfico de mujeres y niñas para explotación sexual, informó hoy la Fiscalía federal para el distrito sur de Nueva York.
Efraín Granados Corona y su sobrino Alan Romero Granados, así como los hermanos Emilio y Pedro Rojas Romero enfrentan 23 cargos de tráfico sexual, según un comunicado del fiscal Geoffrey S. Berman.
También afrontan los mismos cargos como coacusados Raúl Romero Granados, Isaac Lomeli Rivera, Julio Sainz Flores y Juan Romero Granados -este último hermano de Alan-, todos sobrinos de Granados Corona, agregó la Fiscalía, y explicó que la organización operó en gran medida como un negocio familiar.
Indicó además que Granados Corona y Rojas Romero fueron extraditados el pasado 26 de abril y que Romero Granados y Rojas Romero están en Nueva York desde el 2 de mayo y ya se les hizo la presentación formal de los cargos en la corte federal en Manhattan.
De acuerdo con la Fiscalía, un gran jurado presentó cargos contra este grupo en septiembre del 2016 y lo acusó de pertenecer a una organización internacional de tráfico sexual de mujeres y menores de edad, tanto en México como en EE.UU., entre los años 2000 y 2006.
Señaló además que miembros de la organización se valieron de falsas promesas de amor, violencia física y sexual, y amenazas para obligar a las mujeres y las menores a prostituirse para beneficio del grupo, tanto en México como en este país.
Los acusados presuntamente usaban diversos recursos, entre ellas promesas de amor, para que dejaran a su familia y fueran a vivir con ellos. En algunos casos se alega que las violaban haciéndoles difícil regresar con sus familiares por el estigma asociado con ese delito, indicó además la Fiscalía en el comunicado.
Agrega que una vez lograban su propósito, vigilaban sus comunicaciones, las encerraban en un apartamento sin comida y usaban la violencia física o sexual contra ellas.
También las obligaban a prostituirse, primero en un vecindario de Ciudad México conocido como La Merced y se les exigía tener relaciones con entre 20 y 40 hombres al día.
Los traficantes vigilaban que sus víctimas cumplieran con la cuota de clientes comunicándose con empleados de burdeles en la zona o contando el número de condones que les proveían.
Luego de tenerlas trabajando durante un periodo de tiempo en México, hacían arreglos para traerlas de contrabando hasta Nueva York, donde compartían uno o varios apartamentos.
Les prohibían comunicarse entre sí y usaban la violencia física, sexual y amenazas para obligarlas a prostituirse en burdeles o las llevaba un chófer al hogar de un cliente en un “delivery service” en Nueva York u otros estados como Connecticut, Maryland, Virginia, Nueva Jersey o Delaware.
Los clientes pagaban entre 30 y 35 dólares por 15 minutos de sexo de los que la mitad eran del chófer o el burdel y el resto para los miembros de la organización, que hacían transferencias electrónicas del dinero a México para cuando regresaran a su país.
Granados Corona, Rojas Romero, Alan y Juan Romero Granados, Rojas Romero y Sainz Flores fueron arrestados en México en el 2016 cumpliendo con una orden judicial del Gobierno de EE.UU. Todos han sido extraditados entre el 2016 y este año excepto Juan Romero, quien está en ese proceso, explicó el fiscal.
Raúl Romero y Lomeli Rivera fueron arrestados en este país en el 2016.
“El tráfico humano es crimen atroz que viola tanto la ley como los estándares más básicos de la dignidad humana. El alcance de la devastación que se alega los acusados infligieron en sus víctimas va más allá de lo comprensible”, indicó el fiscal Berman, quien agradeció a las autoridades de México por su cooperación.