Comunicación, comunicación, comunicación. Seguro has escuchado que es la clave para una buena relación en pareja. Así que el arte de hablar es súper importante, especialmente si no quieres terminar lastimada.
Claro, comunicarse puede significar transmitir una queja que no hará muy feliz a tu pareja, también significa desplegar regularmente palabras de amor, comprensión y felicidad. Todo esto tiene sentido, excepto cuando no tienes ni idea de cómo expresarte sin lastimar al otro.
“¿Qué tienes que hacer esta semana?”
No es que quieras controlar su tiempo. Pero preguntarle esto cada domingo podría evitar muchas peleas. Por ejemplo, si sabes que tu pareja tendrá una semana pasada, no explotarás cuando veas que no pudo cumplir con su quehacer. Si no supieras su agenda, automáticamente pensarás que nunca hace nada por la casa.
“¿Podemos trabajar en un sistema para que las cosas funcionen mejor?”
A veces tienes que recordarle que tiene que comprar la despensa, pero recordarle constantemente puede molestarlo y construir resentimiento. Para esto, lo ideal es crear un sistema a largo plazo para que ambos no tengan que estarse recordando cosas. Pueden comprar un pizarrón y anotar sus tareas del hogar.
O tengan la de regla de “quien llegue primero, lava los trastes.” Son ese tipo de cosas que harán que la convivencia sea mucho más agradable.
“Entiendo lo que piensas. Lo que estás diciendo es que…”
Cuando expresa su frustración contigo, en lugar de ponerte a la defensiva, primero tienes que abrir tu mente para entender lo que quiere expresar. Eso lo va a ayudar a entender que estás dispuesta a escucharlo.
“Nuestra relación es más importante que esto”
Toda pareja discute. Y aunque los desacuerdos no destruyen una relación, tratar de “ganarle” a tu pareja o cambiar sus ideas, sí es muy peligroso. Ojo, si una discusión se repite mínimo 3 veces sin llegar a una solución, trata de evitarla. La clave es disminuir la tensión y recordar que la relación es lo más importante.