En abril la invitaron a formar parte de una pirámide de inversión y a principios de mayo se encontró con un grupo de mujeres en una zona residencial de Guadalajara. Una conocida le dijo que sólo debía invertir 24 mil pesos e invitar a dos personas, que también tendrían que invitar a otras dos, para recibir casi 200 mil.
Cuenta que en el lugar en el que la citaron sólo había mujeres. Allí le recomendaron fuera discreta y no comentara nada con ningún hombre, pues son desconfiados y truncarían sus planes. Salió pensativa. Con ese dinero podía viajar, arreglar su casa y hasta cambiar de coche.
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), así como especialistas y víctimas de los llamados sistemas de pirámides, como “La flor de la abundancia”, advierten sobre los indicadores de riesgo en este tipo de esquemas.
Son mecanismos informales porque ningún ente público los regula ni supervisa. Apelan a los sentimientos y lazos filiales o de amistad: la cadena se extiende entre conocidos, por lo que la gente encuentra razones para confiar sin cuestionar.
En estos sistemas piramidales no se establece una relación contractual, ya que no se entrega ningún documento o pagaré. Además, prometen elevados rendimientos: dinero fácil. A las víctimas de este sistema, les garantizan un rendimiento de 800% y en tres semanas (ni siquiera a un año).
La delegada en Jalisco de la Condusef, Ana Estela Durán Rico, advierte sobre el riesgo que representa para los ahorradores depositar su dinero en este tipo de mecanismos informales -que desde hace cuatro años crecieron en la Entidad, pero desde hace un año aumentaron su fuerza-, pues no están regulados por una institución financiera.
“Es preocupante y nos lleva a reflexionar de nuevo que somos omisos financieros. Tenemos desinformación y ante la desesperación de tener dinero la gente cae en estas circunstancias”.
La funcionaria señaló que en un promedio mensual reciben a cinco personas que, luego de ser engañadas, acuden a la Condusef para presentar una queja. Sin embargo, afirmó que la dependencia no puede defender a las personas que depositan sus ahorros en este tipo de mecanismos informales, pues no están regulados por una institución financiera, por lo que sólo se les orienta para que vayan a quejarse a la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) y para que presenten una denuncia penal.
Una estafa que vuelve cada cierto tiempo
Martha Portillo, académica de la Escuela de Negocios del ITESO, explica que el esquema aparece cada 10 años con un nombre diferente y su objetivo es esconderse para obtener el dinero rápido y sin registro.
Antonio Sánchez Sierra, investigador del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA), coincide con Portillo y añade que estos organismos tendrían que ser vigilados por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y la Unidad de Inteligencia Financiera.
“Mucha gente pierde. No sabes en qué parte de la pirámide estás y nadie te garantiza tu dinero, aunque sean primos y familiares. Los únicos que ganan son los que están arriba de la pirámide y nadie sabe quiénes son”.
CRÓNICA
Tras el engaño, sus hijos se quedaron sin fiesta
María José vende ropa para bebé a través de internet. El año pasado, una clienta la invitó a formar parte de “La Flor”, un esquema de inversión en pirámide en el que las participantes tenían que invertir mil pesos e invitar a otras dos personas que hicieran lo mismo. En ese momento no sintió desconfianza.
“Nunca desconfié de ella porque siempre fue buenísima clienta, no me quedaba mal con los pagos y me compraba mucha ropa. Me contactó y me dijo que por cada mil pesos yo recibiría siete mil. Sin hacer nada. Yo, entusiasmada, tonta, me emocioné muchísimo. Tenía ahorrados tres mil pesos para la fiesta de mi niña y pensé que de ahí me iba a salir la fiesta para mi bebé”.
En octubre de 2015, María José invirtió tres mil pesos. Le prometieron que en menos de una semana ya tendría 21 mil pesos. Pero nunca los recibió. Después de soltar el dinero su clienta sólo le dio largas.
“Me daba largas. Me decía que tenía que meter gente, que ella ya me había dicho. Mi dinero nunca regresó ni creo que regrese. Me di cuenta de que estaba siendo víctima de un fraude y no quise estafar a más personas. Les iba a pasar lo mismo que a mí. Sólo ella recibió el dinero”. María José pensó en denunciar, pero cambió de parecer cuando se dio cuenta de que no tenía ninguna prueba. Nunca recibió un documento y tampoco firmó nada.
Gonzalo Jáuregui
GUÍA
¿Cómo funciona una pirámide?
Un organizador está en el centro de la flor o en la cima de la pirámide. Esta persona cuenta con dos personas de apoyo que se encargan de integrar al mecanismo a dos personas cada una. Los reclutados darán una aportación que puede ir desde los tres hasta los 27 mil pesos, dinero que se entregará a quien esté en la cima de la pirámide. Posteriormente, los demás subirán de nivel con la finalidad de llegar a la cúspide y ser beneficiados con el dinero.
Las personas que participan en este esquema, pero no tienen el dinero requerido, pueden ser financiadas por aquellos que se encuentran en la cima con la condición de que al recibir su dinero paguen el doble. Además, cada participante debe dejar un “regalo” en efectivo por la misma cantidad aportada.
¿Cuáles son los riesgos?
La Condusef explica que para que este sistema se mantenga, es necesario que siga captando dinero de nuevos “inversionistas”. Cuando la pirámide se vuelve insostenible y se rompe, el esquema se disuelve antes de que los que ya aportaron su dinero puedan recuperarlo.
Recomendaciones para no ser víctima de fraude
Antes de confiar tu dinero a alguna institución, verifica que esté debidamente autorizada y regulada por las autoridades y que cuente con el seguro de depósito, ya sea un banco, caja de ahorro o una Sociedad Financiera Popular (Sofipo).
Compara y elige la institución financiera que te ofrezca el producto con la mayor tasa de interés y te cobre menos comisiones.
Confirma que la institución que elijas tenga una sucursal cerca de tu casa o trabajo para evitar complicaciones.
Recuerda que no es seguro ahorrar en tandas, bajo el colchón o en las llamadas pirámides.
Duda de aquellas entidades que te prometen rendimientos muy por encima de lo que se ofrece en el mercado.