Los exámenes de control de confianza para los mil 200 policías de la Dirección de Seguridad Ciudadana de Toluca, así como los subsidios y equipamiento que tiene su corporación, parecen no tener efecto en la baja de delitos y hechos de violencia registrados en los primeros tres meses y medio de 2016 en la capital del Estado de México, que se ha convertido en el segundo municipio más inseguro de la entidad, sólo por debajo de Ecatepec, según datos del secretariado ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
La capital mexiquense ha padecido de un incremento en la violencia, homicidios que han calado en la percepción ciudadana y ha tenido reacciones de la sociedad civil por sentirse desprotegidos.
La cortina de la certificación y el presupuesto invertido
Según información de la Dirección de Seguridad Ciudadana, durante abril se iniciaron los trámites para recertificar a los mil 200 policías de dicha corporación, incluidos los de nuevo ingreso y quienes comenzaron a acudir a las instalaciones del Centro de Control de Confianza ubicados a la entrada de San Mateo Atenco, con duración de tres a cuatro días, mientras que los que todavía no asisten continúan en la captura de datos; hasta el momento ningún elemento ha sido baja, informó el área.
Asimismo, mediante el subsidio federal del nuevo programa denominado Fortalecimiento para la Seguridad (Fortaseg), que sustituyó al Subsemun, Toluca habrá de recibir en los siguientes meses un presupuesto para la profesionalización, adquisición de patrullas y compra de equipamiento de su corporación policíaca, monto que hasta el momento se desconoce, sin embargo, es de los más altos entre los 125 municipios mexiquenses.
Considerando lo recibido en 2014 y 2015, en que se entregaron al municipio 21 millones de pesos, se puede tener un panorama de cuánto dinero se habrá de invertir sólo con recursos federales para la seguridad y cuánto por elemento municipal.
Si dicho recurso se dividiera entre cada uno de los mil 200 policías de Toluca, el municipio estaría gastando en cada uno de sus policías de esos 21 millones de pesos, 17 mil 500 pesos en un año.
Pese a ser de los pocos municipios que cada año reciben dicho beneficio, ha de contar con un estado de fuerza muy superior a municipios como Metepec, que tiene menos de 300 policías, y Zinacantepec, que no supera los 150. Toluca es de los que no han disminuido los índices de inseguridad en su territorio y por el contrario, ha repuntado en la estadística.
De acuerdo con los datos del secretariado ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, durante enero y febrero, Toluca alcanzó los dos mil 573 delitos; siendo en el mes de enero mil 274 y en febrero mil 309, entre los que destacan el robo en su diferentes modalidades y los homicidios.
Estas cifras sólo están por debajo de lo registrado por Ecatepec, que contó con tres mil 547 delitos; de los cuales mil 648 se cometieron en enero y mil 898 en el mes de febrero.
Toluca incluso superó en estos dos meses a municipios con mayor territorio del valle de México, como Naucalpan, que aparece en tercer lugar; Cuatitlán Izcalli, en cuarto, y Nezahualcóyotl, que quedó en el quinto peldaño.
Falla cálculo para disminuir delitos
El pasado 29 de febrero, durante una exposición de su estrategia de seguridad a seguir, en sesión de Cabildo, el director de Seguridad Ciudadana, Javier Torres García, comprometió ante los ediles toluqueños en reducir al menos 300 delitos por mes para poder alcanzar una disminución porcentual mayor a la administración pasada.
Aquella ocasión, el jefe policíaco precisó que se focalizaron 10 delegaciones como las más inseguras y a las que se les habría de dotar con mayor seguridad.
Sin embargo, 21 días después, el gobierno del estado impuso la instalación de dos nuevas Bases de Operación Mixta (BOM) para Toluca y Metepec, por el repunte en la incidencia delictiva que registraba la capital del estado y que generaría el llamado “efecto cucaracha”, para su municipio vecino.
Las marcas del fracaso en seguridad
El año para Toluca inició con dos feminicidios registrados el primer fin de semana de 2016 y que fueron también los primeros a nivel estatal: un cuerpo de una mujer hallado en el río Tejalpa en las afueras de Calixtlahuaca y el cuerpo de una jovencita quemada, hallado a espaldas del fraccionamiento Las Bugambilias.
Dos semanas después, el 17 de enero, corrió la noticia de una joven de San Felipe Tlalmimilolpan que había sido hallada muerta al fondo de un río en Zinacantepec; dos días antes había sido raptada al salir de la estética donde trabaja su madre, en la colonia Morelos en Toluca.
A estos se suman el asesinato de un joven dj al interior de un motel ubicado en la colonia Valle Verde en la zona de la terminal de Toluca, el caso del multihomicidio de la familia Mireles en la colonia 5 de Mayo y el joven decapitado en San Pedro Totoltepec; todos los hechos ocurridos entre febrero y marzo.
Los dos últimos casos que llamaron más la atención de los habitantes de Toluca y ocurridos en los últimos días, fueron: el asesinato del gerente de una tienda de ropa deportiva ubicada en la colonia Parque Industrial El Coecillo, quien falleció horas más tarde en el hospital tras ser baleado por un asaltante que ingresó al negocio.
Así como la muerte de un supuesto asaltante que intentó despojar a un cuentahabiente de 30 mil pesos en la calle de Miguel Hidalgo en el centro de Toluca.