Multitudes de gatos cimarrones merodean las calles de New York y algunos tienen ahora un propósito práctico: Están ayudando a reducir la población de ratas en la ciudad.
Un grupo de voluntarios entrenados por la NYC Feral Cat Initiative atrapa colonias de gatos cimarrones que son un fastidio o están amenazadas por construcción. Luego las esteriliza y las vacuna. El objetivo es regresarles a su territorio, pero muchas terminan en áreas llenas de ratas.
Patrullas felinas vigilan bodegas, concesionarias de autos y los terrenos de una iglesia en Greenwich Village. Cuatro gatos merodean el Centro de Convenciones Jacob K. Javits, donde la basura y la comida atraen a las ratas.
“Nosotros solíamos contratar exterminadores, pero la naturaleza tiene una solución mejor”, dijo Rebecca Marshall, administradora de sostenibilidad del centro. “Y no cuesta nada”.