Gente como Luis Ángel Landin, quien pintaba para figura, tuvo que dejar México en busca de minutos.
Encontrar un goleador de altos vuelos es una de las dificultades históricas del balompié azteca. Esto se debe principalmente a que los conjuntos de Liga MX suelen apostar por delanteros foráneos antes que darle oportunidad a los elementos nacionales.
Ante dicho panorama, los ariete formados aquí deben buscar tales chances en otras latitudes, prueba de ello que, como reveló el periodista David Medrano, en la Liga de Guatemala juegan más “killers” aztecas como titulares que en la propia Primera División Mexicana.
De acuerdo con el citado comunicador, al menos diez delanteros nacionales presumen de ser estelares en la Liga chapina, ellos son: Luis Ángel Landín y Othoniel Arce, del Municipal; Dario Carreño, elemento del Comunicaciones; Agustín Herrera, eje de ataque del Antigua; Flavio Santos y Ricardo Rocha, quienes visten los colores del Malacateco; también Daniel Guzmán Jr. y Sergio Blancas, del Chiantla; Brayan Martínez y César Morales, que juegan para el Xelajú; así como Luis Arroyo, referente en la delantera del Siquinalá.
Los distintos clubes del máximo circuito azteca, salvo Chivas por obvias razones, disponen en su mayoría de futbolistas extranjeros para conformar su aparato ofensivo; para muestra el América, actual campeón, ya que sus delanteros son, entre otros, Nicolás Castillo (chileno), Roger Martínez (colombiano), Jeremy Ménez (francés) y Nicolás Benedetti (colombiano).