Empresa que recicla pet y da trabajo a recolectores ofrece a niños y jóvenes herramientas educativas complementarias

CHIMALHUACÁN. Sonriente, la niña América presume su dibujo del monstruo de Frankenstein que hizo para adornar, después toma su libreta y muestra sus trabajos de matemáticas colmados de palomas y dieces.

En otro salón, varios niños de 12 años disfrutan su receso, jugando ajedrez mientras escuchan música clásica; otros realizan figuras de origami.

A menos de dos kilómetros de ahí, sus padres se dedican a la pepena y venta de material PET en el tiradero del Bordo de Xochiaca, un oficio del cual dependen unas 5 mil familias mexiquenses, según el Instituto Nacional de Recicladores.

Sin regulación, este sector de recolección de plástico sobrevive gracias a la venta de material reciclable proveniente de las 12 mil toneladas de basura que diariamente caen al Bordo.

En esta cadena entra la empresa recicladora PetStar, dirigida por Jaime Cámara, la cual crea alianzas con pepenadores para que reciban pago justo por el PET y este tipo de apoyo para sus familias.

América y los otros pequeños en receso son algunos de los 400 niños beneficiarios del Centro Educativo de Desarrollo Infantil Comunitario (CEDIC), el cual se sostiene con el apoyo social de PetStar, que en su plan de trabajo prioriza la dignificación de los pepenadores.

Formalmente, este lugar no sustituye la educación de los menores, pero es un espacio donde los más pequeños reciben talleres de estimulación temprana, mientras los niños más grandes y los adolescentes fortalecen su aprendizaje.

Carlos Mendieta, director de Sustentabilidad de PetStar, explica que el centro busca fortalecer social y académicamente a los chicos, con las herramientas necesarias para saber qué futuro desean tener.

Además, la Fundación Dibujando un Mañana se coordina con las asociaciones Comedor Santa María, Hope México y Un Mañana para la Comunidad, que se encargan de dar manutención alimentaria, medicinal y educativa, respectivamente.

El inmueble se ubica en el Barrio de Xochitenco, uno de los puntos de mayor incidencia delictiva en Chimalhuacán; sin embargo, los encargados del centro apuntan que el trato con la comunidad es de respeto.

Xóchitl Lara, una de las tutoras de aprendizaje, comenta que algunos chicos desahogan problemas de casa y también hay casos en que los padres no se sienten contentos con ciertas actividades, como el cambio de roles en la familia; sin embargo, las terapias que se dan en el lugar son cruciales.

También hay jóvenes que, gracias al impulso, lograron ingresar a prepas de la UNAM.

Varios desahogan problemas de casa, dice la tutora Xóchitl Lara. Foto Leslie Pérez / EL Heraldo de México