Autoridades de China dieron a conocer que confinaron una localidad del norte del país y lanzaron una masiva campaña de test en otra tras la aparición de dos casos de coronavirus.
Dichas contaminaciones se produjeron una en Dongning y otra en Suifenhe, ambas cercanas a la frontera con Rusia.
Los responsables locales de Dongning aseguraron el sábado que se iban a aplicar “medidas de guerra”, con la suspensión temporal de los servicios de autobús, y la obligación para las personas que dejen la localidad de presentar una test negativo de covid-19, realizado en las 24 horas anteriores.
También se han cerrado en esta localidad las escuelas y los restaurantes solo pueden vender comida para llevar.
En las zonas de mayor riesgo, solo una persona de cada hogar está autorizada a salir un día de cada dos, y un máximo de dos horas, para hacer compras.
En Dongning resultó contaminado un trabajador de mantenimiento del puerto; mientras que en Suifenhe, que no decidió un confinamiento, lo fue otro trabajador de carga y descarga en una zona comercial.