La Santa Sede realizó una modificación al Código de Derecho Canónico promulgado por el papa Juan Pablo II el 25 de enero de 1983 en donde se incluyó como delitos la pederastia y la posesión de pornografía infantil.

Por ello será sancionado el sacerdote que induzca a un menor a participar en exhibiciones pornográficas o que conserve imágenes de pornografía infantil será expulsado si utilizan “la fuerza, amenazas o abuso de su autoridad’’ para conseguir esas relaciones.

Según la reforma del Código de Derecho Canónico anunciada por el Vaticano, se indemnizará a las víctimas de estos ilícitos.
Con este documento esperan que la tipificación del delito logre prevenir un mal mayor y poder sanar las heridas causadas por la debilidad humana.