La Fiscalía de Rumanía abrió una investigación por “tráfico de menores” después de que un diario británico afirmara que varios niños trabajan en el norte del país balcánico para la multinacional italiana Ferrero en la fabricación de los huevos de sorpresa Kinder, informa hoy la prensa local.
“Tras el reportaje difundido por la publicación “The Sun” y reproducida en los medios rumanos, la fiscalía contra el crimen organizado efectúa verificaciones al respecto”, señaló anoche esta institución en un comunicado.
Según “The Sun”, tres niños de una familia de la localidad de Carei, con edades entre los 6 y 11 años, trabajaban hasta 13 horas al día junto a su madre en la fabricación de las sorpresas.
Les pagaban apenas 20 lei (4,43 euros) por cada mil huevos entregados a la fábrica.
Según la prensa rumana, tanto la madre de los pequeños como la autoridad local encargada de la protección de la infancia han negado las acusaciones del diario inglés.
“No hay nada de verdad. Ha sido puro teatro. Los periodistas dijeron a los niños que se pusieran como querían, incluso que se hicieran una foto conmigo”, declaró la madre, Timea Jurj, en declaraciones a la agencia de noticias Mediafax.