La única sobreviviente del suicidio colectivo de la familia Agraz-Cortés, la madre de Mireya, Rosa María Cortés, fue amparada gracias a un fallo en su favor de un juez federal.
Después de recuperarse de la ingesta de medicamentes, los abogados que la representan interpusieron la demanda ante el juzgado cuarto de distrito de amparo en materia penal de la Ciudad de México.
El 6 de junio Mireya perdió definitivamente la custodia de los niños que engendró con Leopoldo Olvera y a las horas del hecho, ella, sus padres y sus hijos hicieron un acto de suidicio colectivo.
La Procuraduría General de Justicia de la Ciudad todavía está a la espera de que Rosa María rinda su declaración por el homicidio-suicidio.