Sin quitarle ni la blusa ni los shorts, le empezaron a untar los testículos del animal, las vísceras y la sangre
El rumor se gestó desde principios del año 2004, y muchos no podían creerlo. Señalaban a la maestra Elba Esther Gordillo como una mujer mística, cuyo gusto por la brujería sería utilizado para temerle y para adorarle.
Según cuenta Gil Olmos en su libro “Los brujos del poder”, Elba Esther tendría una afición por la brujería, el esoterismo, la santería y otras prácticas de magia negra.
De hecho, una fuente cerca a “la maestra” reveló al periodista que en alguna ocasión Gordillo fue a Nigeria. El brujo con el que se reunió, le realizó algunas preguntas. El veredicto fue cazar a un león para desollarlo y transportar toda la energía del animal a la exlíder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación. Así terminó la sesión.
Al día siguiente el felino había sido sacrificado. Un grupo de 10 personas comenzaron a despellejar al animal y recolectaron su sangre.
El testigo platicó: “Metieron a la maestra en una choza de paja y barro. Sin quitarle ni la blusa ni los shorts, le empezaron a untar los testículos del animal, las vísceras y la sangre, le amarraron la piel de la fiera y con las pezuñas le dibujaron diversos signos, todo esto en medio de muchos cánticos…”
La ceremonia duró cuatro horas. Al final, “la maestra” habría pagado cerca de 45 mil dólares. El brujo le dijo entre risas, que ella no tenía idea de lo que le iba a costar aquel trabajo, que no se trataba de dinero, sino que iba a pagar con lo que más le dolía, con lo más querido. ¿Coincidencia?