Festejan su cumpleaños y de paso adopta como nietos a policías de la Secretaría de Seguridad
Malinalco, México.- “Dios solo sabe por qué me ha dejado vivir mucho tiempo”, dijo con voz cansada pero firme doña Ninfa de la Sancha Hernández, quien dejó ver que la alegría para vivir ha sido el secreto para cumplir 102 años de edad y festejarlos a lado de su familia y cientos de policías de la SSEM a quienes ya adoptó como nietos.
Doña Ninfita, madre de 10 hijos y decenas de nietos, platicó que no cuenta con una receta secreta para vivir tantos años, pues sólo agradeció a Dios por rebasar el siglo de edad.
Pese a su edad y las dificultades para ver y oír, narró que nació en Almoloya de Alquisiras, pero los azares del destino la llevaron hasta la comunidad de la Lagunita, perteneciente al estado de Morelos, que fue donde conoció a su esposo con quien formó una familia y adoptaron a Jalmolonga, en Malinalco, como su casa.
Recordó que vivió feliz con su esposo durante 60 años, hasta que su pareja falleció, “tuvimos diez hijos y la verdad es que no sé ni cuantos nietos son. Todavía quiero mucho a mi marido aunque ya falleció, vivimos muy felices 60 años y le agradezco a Dios ponerlo en mi camino”, refirió.
Agregó que cuando estaba joven era una mujer muy activa y estaba dedicada completamente a la familia y por ende a la cocina, “mi esposo tenía unas vacas y con esa leche yo me dedicaba a elaborar quesos”, añadió.
Doña Ninfa mencionó que la alimentación no ha sido un requisito indispensable para vivir tantos años, ya que a la fecha no ha restringido su paladar, “si hay cosas que ya no puedo comer, pero sigo con mis tortillas y un caldito, pues me gusta sopear”, explicó.
Sobre la vida de doña Ninfa, Esther Rivera, su nuera, y con quien prácticamente ha vivido más tiempo que con sus hijos, comentó que la alegría ha sido el secreto para vivir 102 años.
Destacó que el pasado viernes le festejaron su cumpleaños número 102, “hubo pastel, pozole, tamales y mole, vinieron muchos vecinos y familiares, así como elementos policíacos que se encuentran en la zona por una tarea de resguardo que tienen desde hace más de 15 días”, detalló doña Esther.
Indicó que a la fecha doña Ninfa sólo recibe el apoyo de una despensa, “ella ha sido muy fuerte y no ha pisado mucho el hospital, sólo una vez que fue operada de una hernia y en un ocasión que la picó un alacrán”, expresó.
Lo que ella le pide mucho a Dios es que sólo le permitiera ver un poco mejor y oír, “ojalá que alguna autoridad o alguien pudiera traer un oftalmólogo para que la vea y nos dijera si puede hacer algo para ayudarla a ver y oír, sería muy bonito para ella”, afirmó.
No obstante, doña Ninfa no dejó esconder su deseo de ver juntos a todos sus hijos, ya que algunos problemas familiares han impedido que se junten y estén juntos.
Asimismo expresó que en la actualidad anda de casa en casa y no tiene un lugar fijo para vivir, “yo con gusto la cuidaría, pero como la casa tiene escaleras es muy difícil que suba y baje, pero si le pudieran construir un cuartito aquí al lado, pues aquí puede vivir”, comento Esther, quien ha sido vital en la vida de doña Ninfa.
Cabe señalar que a esta vivienda localizada en la desviación a Jalmolonga, se encuentra el campamento de elementos de la SSEM y por lo mismo, prácticamente ya fueron adoptados por la alegría de doña Ninfita.
“Además de ser considerada como abuelita de Malinalco, nosotros también ya le decimos abuelita y pues ya nos adoptó”, señaló un policía que robó una sonrisa de la mujer que el pasado viernes cumplió 102 años de edad.
(Con información de elsoldetoluca)